CULIACÁN.- Hacer un cambio en los hábitos de alimentación no es sencillo, decidirse y ver que los precios de algunos insumos para cumplir con la dieta son elevados, a veces las personas prefieren rendirse. Algo similar fue el caso de Aidee Félix Castro, la diferencia es que ella optó por fabricar sus propios productos con la certeza de que fueran cien por ciento saludables.
De la mano de su esposo, comenzó a preparar harina de coco. Durante el procedimiento se les ocurrió crear infinidad de productivos derivados de la harina y venderlos, cuando de pronto un descuido les hizo direccionar su objetivo.
“Para llegar a la harina empezamos hacer leche de coco, cuando abríamos el coco guardábamos el agua y la conservábamos para venderla, en una ocasión nos quedaron tres litros en refrigeración, pero como la vida del agua es muy corta se echó a perder y ahí la dejamos, cuando quisimos tirarla abrimos la botella y escuchamos que salió como un gas de la botella, la olimos y mi esposo me dijo que de ahí podía salir un producto porque olía como si fuera vinagre”.
A dos años y medio de aquel “error” la pareja ha continuado en el proceso de investigación, mientras indagaban confirmaron que la fermentación del agua de coco se podía fabricar vinagre, una alternativa funcional para crear diferentes productos con más propiedades que contribuyen con la salud de la sociedad. Fascinados con lo que estaban logrando notaron que al ser tan naturales los productos que ofrecían, su periodo de vida era muy corto lo que representaba una merma en sus inversiones, fue ahí cuando decidieron que el vinagre al tener un tiempo más prolongado de vida es más factible.
“De un accidente nosotros le llamamos nos dimos cuenta que el vinagre de coco podía ser el producto estrella, la formula ya la tenemos el ph que debe tener, el sabor y el tiempo que necesita para fermentarse, estamos investigando productos adicionales para que sean bebidas. El vinagre lo puedes tener en tu alacena y tomarla diario con tu agua de uso, tiene beneficios a tu salud porque está hecho con el agua de esta fruta”.
Además de saciar el hambre, Aidee comentó que el vinagre de coco tiene propiedades que regula los niveles de insulina, es benéfico para personas con problemas cardiacos e incluso funciona como un desparasitante.
“Le hemos dedicado mucho tiempo porque no es solamente agarrar los insumos y ver que sale, sino investigar, la literatura, buscar que países llevan la delantera en esto y Filipinas por ser ricos en el coco llevan la delantera. Es mucho tiempo porque son horas de investigación y de inversión también porque hay que comprar el insumo y si no funciona seguir comprando y siempre es estar metiéndole inversión a la misma investigación”.
Sus familiares y amigos han sido participes en el producto, conforme modifican un detalle del vinagre, son ellos los que se dedican a probarlo para determinar su funcionalidad, la pareja indicó que los ajustes ya están establecidos, sin embargo, no pueden lanzarlo al mercado por falta de presupuesto ya que se necesita de una cantidad considerable para invertir y sacarle utilidades y un margen para darle vuelta a la producción.
