El martes 16 de julio de 2019 Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública, anunció el programa «La escuela es nuestra», el cual consiste en una asignación presupuestal de 20 mil millones de pesos para comenzar a abatir el rezago en infraestructura educativa, priorizando y entregando estos recursos directamente a los planteles escolares en las comunidades más pobres del país. El presidente AMLO ha dado un giro en la asignación de recursos públicos, destinando el dinero directamente al usuario final, buscando que en el camino la corrupción de “intermediarios” no merme estos montos destinados a programas para el bienestar social y la educación.
Esto implica que el Gobierno deberá enfocarse en las necesidades reales de nuestras escuelas y, al mismo tiempo, es una buena oportunidad para que los maestros, directores y, sobre todo, los comités de padres de familia por fin empiecen a ser escuchados en sus demandas para que sus hijos estudien en una escuela digna y segura. Quién mejor que los propios papás, madres y maestros de cada plantel educativo para definir las verdaderas necesidades en las que se debe invertir en infraestructura en cada una de nuestras escuelas. Ahora bien, y de este programa ¿cuánto le va a tocar a Sinaloa?.
El 26 de octubre asistí a la Universidad Autónoma de Occidente para escuchar la conferencia del senador Rubén Rocha “La reforma educativa y la nueva escuela mexicana”; en esa plática el presidente de la Comisión de Educación en el Senado nos informó que el programa La Escuela es Nuestra contaría con más de mil millones de pesos para Sinaloa, distribuidos en 4 mil 800 escuelas primarias y secundarias.
Sin duda, esta es una buena noticia para nuestro estado, ya que el rezago educativo en nuestras escuelas es una vergonzosa deuda del Gobierno con nuestra niñez al menos en los últimos 20 años, ocasionando que hoy dicho rezago ya supere los 4 mil millones de pesos solo en Sinaloa. Sin embargo, la gestión del senador Rocha Moya no se detuvo en ese monto y logró un acuerdo en donde participarán los Gobiernos federal y estatal en un pari passu (peso a peso) en donde cada parte aportará 576 millones 875 mil pesos, alcanzando la suma de 1 mil 153 millones 750 mil pesos distribuido en las 4 mil 800 escuelas de Sinaloa.
Este monto nos arroja en promedio 240 mil pesos de inversión para cada una de nuestras escuelas de educación básica. Este programa es un buen motivo para la próxima visita de trabajo por nuestro estado del secretario Moctezuma Barragán acompañado del senador presidente Rubén Rocha.
Quiero invitar a los sinaloenses a ejercer nuestra ciudadanía en plena libertad con una crítica justa, en donde se critiquen errores, pero también se reconozcan avances, porque si bien es cierto que 1 mil 153 millones de pesos es una cifra insuficiente para abatir el 100 por ciento del rezago en infraestructura, también es justo reconocer que esta cifra no tiene precedente en muchos sexenios en Sinaloa; y vale la pena valorar que es un buen inicio para lograr la meta de inversión educativa que nuestras niñas y niños necesitan en sus escuelas desde hace muchos años.
Para combatir la corrupción; para que la gente tenga más oportunidades de trabajo con mejores sueldos y, sobre todo, para que las nuevas generaciones puedan vivir en paz, la meta en educación es la llave maestra.
La Escuela es Nuestra es un programa que nos da esperanza a padres de familia y a maestros de que nuestra niñez pueda estudiar en escuelas dignas y más seguras. En hora buena para Sinaloa y para México.
