Hablar de un concepto de felicidad es algo complejo, dados los diferentes puntos de vista acerca de la misma, sin embargo, para fines prácticos tomaremos la siguiente como referencia, para Novello (2017) es “El grado en que un individuo evalúa la calidad de su vida presente como-un-todo, de manera positiva. En otras palabras, qué tanto le agrada la vida que tiene”. Además de eso, es cómo aplico esa felicidad en el trabajo, ya sea como colaborador, emprendedor o empresario, porque cada una de las acciones que realizamos van enfocadas en un propósito, si dentro de ese propósito se encuentra el proceso de pasar por el lugar donde estamos significa que es parte de un objetivo a cumplir, por tal motivo, en las empresas cuando nos preocupamos por la felicidad de los colaboradores tenemos que trabajar en ciertos elementos:
1. Cultura organizacional saludable: definirla, implementarla y promover su ejecución donde exista el respeto y apoyo de los integrantes de la empresa, no solo de manera interna sino hacia el entorno, con relaciones interpersonales justas.
2. Liderazgo efectivo: la empresa define los estilos de liderazgo con los que su cultura organizacional se fundamenta, esto aplica en todos los niveles, dado que en todos ellos existen coordinadores, encargados, gerentes o directivos.
3. Diseño de organigramas funcionales: con puestos de trabajo necesarios para la empresa, con objetivos claros, alcanzables, retadores, bajo un liderazgo con una adecuada retroalimentación que permita el entendimiento y crecimiento dentro de un Plan de Vida y Carrera dentro de la empresa.
4. Selección y contratación alineada a la filosofía organizacional: considerar a las personas más adecuadas para cubrir los puestos de trabajo, que coincidan con la visión, misión y valores de la empresa.
5. Desarrollo de competencias de los colaboradores: esto los ayuda a su crecimiento personal y fomenta el crecimiento empresarial, mientras mejores herramientas tengan los colaboradores más productivos pueden llegar a ser.
6. Enfoque al alto desempeño: seguimiento oportuno con delegación efectiva por parte de los jefes que permita alcanzar resultados de alto rendimiento, con reconocimiento al logro individual y colectivo.
7. Fomento a la calidad: puesta en práctica de una cultura de mejoras con base en respeto y retroalimentación afectiva, además de presupuestos claros y administración de proyectos.
8. Realización de prácticas de socialización: la integración de los equipos de trabajo en un clima laboral saludable para la empresa y sus integrantes.
9. Integración del salario emocional: considerando las diferencias respecto a las brechas generacionales, un colaborador también considera las prácticas de la empresa en las que valoren el equilibrio laboral y personal.
Aún y cuando cada persona considera la felicidad desde su punto de vista de acuerdo a su concepto de calidad y propósito de vida, la felicidad en el trabajo es un reto actual de las empresas en el que se fomenta la productividad, motivando a los colaboradores con prácticas que eleven el sentido de pertenencia, así como la disminución de la rotación de personal que afecta desde el servicio al cliente hasta el perder dinero por entrenamientos iniciales, así como fugas de talento.
