CULIACÁN
Venden fruta para solventar sus gastos del Pediátrico
Desde muy temprana hora se ponen de pie con la esperanza de que hoy será un mejor día.
Al tener a su hijo de cinco meses de edad internado en el Hospital Pediátrico de Sinaloa, José Astorga y su esposa, han pasado cada noche en el albergue del nosocomio.
Originarios de Batamote, Sinaloa, han tenido que enfrentar la distancia de su hogar para que su pequeño pueda recibir atención médica.
Con la presión de abastecer los medicamentos que les solicitan, José sabía que debía buscar la manera de trabajar y claro, debía ser en algo que no lo alejara del lugar pero que le permitiera abastecer los gastos que a diario tienen que cubrir.
“Tengo un mes que me puse a vender fruta para sacar para gastos, a lo mejor me quitan porque es camellón pero no me han molestado me han dejado trabajar por lo mismo, yo todo el tiempo me he dedicado a la vendimia, de aquí sale para pañales, medicina que no tienen aquí yo la compro, esto no es un negocio, es necesidad la que tengo porque a mí me dan al niño mañana o pasado y yo me voy.”
Frutas como: plátanos, mandarinas, jícama y vasos de fruta picada ofrecen en su puesto, Enfermeras y personas que laboran por el lugar se han vuelto sus clientes más frecuentes.
Diferentes personas los han apoyado, entre ellos está el dueño de una bodega ubicada frente al hospital, quien le dio la oportunidad de guardar su mercancía durante las noches, acciones que han hecho que su estadía sea un poco más tranquila.
“Hace cinco meses que él nació y desde entonces está aquí entubado, no saben para cuándo me lo dan, puede durar años o meses pero aquí estamos echándole ganas, nosotros ya estamos aquí y para quitar la tensión y presión de estar ahí dentro del hospital, se viene mi esposa un rato a despachar y yo me meto a mirar al niño, después salgo y entra mi esposa”
Por miedo a lo que podría pasar, no se decidían por ofrecerle algo a la comunidad, al intentarlo se dieron cuenta que su fuente de ingresos ha disminuido el estrés en el que vivían para cubrir las necesidades médicas de su hijo.
José Astorga y su esposa, continuarán en el camellón del Hospital Pediátrico de Sinaloa vendiendo fruta, con la esperanza de que pronto se vayan a casa a cuidar al pequeño que hoy está luchando por ganar una batalla, como lo dijo su papá “El sol sale para todos y pronto saldrá para ellos”.
Con información de Heidi Fonseca