SEGURIDAD

“Yo nunca le apunté a las muchachas, nunca le apunté al vehículo”, declara policía por caso Sanalona

En la continuación de la audiencia inicial, el elemento de la PEP fue vinculado a proceso por cuatro delitos.

CULIACÁN.- La tarde de este lunes fue vinculado a proceso el elemento de la Policía Estatal Preventiva, identificado como Joel Noé, y hasta el momento único detenido por el homicidio de dos jovencitas en la sindicatura de Sanalona el pasado 27 de enero del presente año.

 

La jueza Dulce María Villegas, consideró que las pruebas vertidas tanto por la Fiscalía General del Estado, fueron suficientes para vincularlo a proceso, por el delito de homicidio calificado en contra de las jóvenes Andrea Candelaria y Ana Carolina, ambas originarias de Tamazula, Durango.

 

Asimismo, por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa, en contra de Dulce María y Julio César, quienes viajaban en el mismo vehículo Honda con Andrea y Ana Carolina, pero que lograron salvar la vida.

 

También se acreditó el abuso de autoridad y el delito cometido contra el servicio público por un servidor público, debido a la manera en que se actuó después de los hechos, por haber “sembrado” una pistola y dos casquillos, esparcido pólvora en las manos de las jovencitas y la detención de los sobrevivientes a quienes entregaron a barandilla cerca de 10 horas después de los hechos, por faltas que no acreditaron.

 

Declaración del imputado

 

Durante la audiencia, el imputado decidió declarar y dar su versión de los hechos, aunque corta, pues no tenía intenciones de responder a los cuestionamientos del Ministerio Público, por miedo a cometer un error, según la defensa.

 

“Lo único que quiero decir es que andaba chambeando, éramos muchos. Escuchamos disparos. Nunca le apunté al vehículo, nunca le apunté a las muchachas, yo nunca los detuve, yo nunca anduve en el blindado. Todo lo que dice la Fiscalía sobre mí, es falso”, refirió Joel Noé.

 

Al momento del contrainterrogatorio del MP, el detenido manifestó en primera instancia: “No quiero hablar con la Fiscalía porque no confío en ellos”. Sin embargo, al continuar las preguntas el elemento policiaco aceptó haber disparado al menos en una ocasión, además de que viajaba en la patrulla número 3 del convoy, de la que aparentemente se emitieron los disparos, mientras que el resto de unidades no iniciaron o continuaron la agresión.

 

Esa noche del 27 de enero, eran cinco patrullas y un vehículo blindado; cinco elementos por unidad, para hacer un total de 30, mientras que la camioneta en la que viajaba el imputado era la tercera en la fila, marcada con el número 3638.

 

Este refirió que circulaban por la carretera Culiacán-Tamazula, cuando se encontraron con un vehículo Honda que se desplazaba en sentido contrario realizando maniobras evasivas, por lo que le hicieron la parada, pero el conductor del Honda hizo caso omiso y continuó con velocidad evasiva.

 

Dijo que el vehículo particular rebasó las primeras dos patrullas marcadas con los números 3626 y 3842, y posteriormente escuchó disparos, por lo que los agentes de la tercera patrulla, en la que él viajaba, reaccionaron y comenzaron a disparar.

 

Asimismo, reiteró la versión en que los hechos ocurrieron después de las 2:00 de la mañana, pese a que los testigos afirman que esto ocurrió antes de la 1:00 de la mañana, así como la familia de las víctimas, quienes fueron notificadas sobre los hechos alrededor de las 12:45 horas (horario local).

 

Joel Noé, señaló que en todo momento él iba en la caja de la camioneta, por lo que nunca escuchó a los mandos hacia donde se dirigía el operativo, pues aseveró que solo los que van en la cabina se enteran.

 

También confirmó la detención de Dulce y Julio después de la agresión, pero detalló que él no realizó el Informe Policial Homologado, pero un comandante le dijo que lo firmara. Aseguró que tampoco revisó el vehículo de las víctimas, no participó en la detención y tampoco viajó en el vehículo blindado en el que permanecieron Dulce y Julio durante horas antes de ser puestos a disposición del juez de Barandilla.

 

El fallecimiento

 

Por parte del Ministerio Público, se reveló que las dos jóvenes murieron a causa de un impacto de bala cada una: Andrea, quien viajaba en el asiento del acompañante recibió un disparo de arma de fuego en el tórax, alojándose en el abdomen una ojiva, mientras que Ana Carolina, quien iba atrás, recibió un impacto de bala en el parietal.

 

Andrea murió por choque hipovolémico, es decir, se desangró en el camino cuando era trasladada a la Cruz Roja en Culiacán, mientras que Ana Carolina murió por traumatismo craneoencefálico, perdiendo la vida al instante.

 

En ambos casos no se ha determinado a quien o quienes pertenecían esas dos balas, recordando que se recogieron 23 casquillos; uno que disparó el hoy detenido, otro más de uno de sus compañeros, otro agente realizó tres disparos y uno más emitió 18 tiros al vehículo.

 

En total, los cuatro agentes dispararon; dos de estos utilizaron fusiles Galil ACE 21 y los otros dos usaron fusiles Galil ACE 52, armas de cargo de los agentes de la Policía Estatal Preventiva.

 

¿Informe Policial Homologado miente?

 

De acuerdo al Informe Policial Homologado, se dice que desde el interior del vehículo dispararon contra los agentes y estos repelieron la agresión, sin embargo, tras pruebas periciales se determinó que de las 23 balas que se vieron relacionadas con el vehículo, todas entraron y ninguna fue de salida, es decir, todas los disparos iban desde el exterior del Honda Accord.

 

Asimismo, en el dictamen, la perito encargada de realizar las pruebas, señala como atípico la gran cantidad de plomo que había en las manos de las dos jóvenes fallecidas, pues normalmente cuando se realiza la prueba de rodizonato de sodio se hace una revisión microscópica para encontrar la pólvora en las manos de alguien que disparó, sin embargo, en este caso, el plomo se miraba incluso en una inspección macroscópica, lo que indica que el plomo se veía a simple vista en las manos de Andrea y Ana Carolina, quienes tuvieron que haber disparado en reiteradas ocasiones y en grandes cantidades para llegar a tener ese nivel de plomo en ambas manos.

 

El arma “sembrada”, afirma el MP, se colocó entre la maleza, pero esta fue cuidadosamente dejada sin que se rompieran los pequeños tallos de las plantas, contrario a que la hubiera dejado caer el presunto quinto ocupante del Honda.

 

En ese sentido, la Fiscalía señaló que el disparo que recibió en el parietal Ana Carolina, provocó que sangre e incluso hueso de su cráneo, cayera en el portavasos ubicado en el medio de los asientos traseros, donde presuntamente pudo haber viajado el quinto ocupante.

 

De la misma forma, calificaron de difícil que esa quinta persona hubiera escapado, pues por un lado había una cerca y por el otro un canal, además de que eran 30 agentes en total quienes se encontraban en la escena del crimen.

 

Ante las diversas pruebas, la jueza decidió vincular a proceso al agente policiaco, además dictó como medida cautelar la prisión preventiva y un plazo de tres meses para la investigación complementaria, por lo que la próxima audiencia se celebrará el 9 de junio del presente año.

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