Violencia feminicida: durmiendo con el enemigo
Alexia Marisol, tenía 2 años cuando murió a causa de múltiples golpes.
Daren Yarley, tenía solo 11 meses de edad cuando ingresó al hospital con 23 fracturas en la cabeza, quemaduras en ambas plantas de los pies, golpes en la espalda y lesiones en las piernas, las cuales le provocaron la muerte.
Ángeles Rosmery, de tan solo 7 meses murió también a consecuencia de múltiples golpes.
Briana, tenía 2 años cuando los golpes le arrebataron la vida.
Alondra, tenía 16 años y un embarazo de 4 meses de gestación cuando murió apuñalada.
Éstas y muchas otras muertes inocentes tienen un denominador común: estuvieron durmiendo con el enemigo. A decir de las autoridades, los homicidas son padrastros, parejas o personas muy cercanas a la familia.
La violencia hacia las mujeres y niñas en México tienen raíces muy profundas y se presenta en todos los ámbitos. Como bien dice la reconocida académica y activista venezolana, Dra. Evangelina García Princes: “…no solo se trata del cambio organizacional, que es en lo que mucho hemos avanzado en los últimos años… necesitamos que esto llegue a la gente, que no tengamos que enseñar a las niñas a defenderse, sino que más bien, enseñemos a los niños a ver a las niñas en un plano de igualdad y respeto”.
La Organización de las Naciones Unidas a convocado a los gobiernos a realizar compromisos que pongan fin a la desigualdad, con el propósito de lograr que todas las mujeres y las niñas tengan las mismas oportunidades y los mismos derechos de aquí al 2030, un desafío que por su magnitud debemos asumir como sociedad. ¿Te sumas?