Vestidos y alborotados: por más de un mes ensayaron para el desfile del 20
Adelitas, porritas, bastoneras, charros y cuerpos de auxilio se quedaron con la indumentaria
CULIACÁN._Al igual que cientos de participantes del desfile militar como porristas, adelitas, bastoneras, deportistas, policías, charros y cuerpos de auxilio, Emmanuel se quedó listo para marchar.
Este joven integrante de la Escuela Militarizada de Rescate Juvenil se preparó por más de un mes para participar en el tradicional desfile del 20 de noviembre, además, tuvieron que poner recursos de su bolsa para poder comprar indumentaria y aditamentos, pero al final el clima y la decisión de las autoridades les jugaron una pasada.
Emmanuel, quien formaba parte del contingente de más de 50 jóvenes, señaló que un mes antes, comenzaron los preparativos; se compró material y se restauró el que se tiene, como por ejemplo la bandera, porta asta y asta.
Dentro de esta ceremonia previa al desfile, los jóvenes se concientizan, los nuevos deben aprender que la bandera no se lava, se lija el porta asta y se pinta, procesos que llevan en algunos casos cuatro horas y en otros hora y media.
Sin embargo, también está la parte de mentalizarse, pues no se trata de un palo y un trapo, aseveró, sino del lábaro patrio, y lo que esta escuela representa; hacer todo lo posible por servir.
De este contingente, también se desprende la banda de guerra y la escolta, la que lleva un entrenamiento más rígido, pues los estándares militares son los que predominan a la hora de ensayar, tres horas entre semana y seis horas los fines de semana, estuvieron preparándose durante todo el mes.
Pero no solamente se tuvo la inversión en tiempo y recurso humano, sino también en lo económico, pues cada integrante tuvo que gastar alrededor de 800 pesos en la indumentaria básica, desde las botas en alrededor de 500 pesos, el pantalón entre 250 y 300 pesos y el cinturón adecuado por el orden de los 50 pesos.
Un día antes del desfile, las lluvias comenzaron a registrarse en la capital del estado, muy fuertes en algunos sectores, lo que provocó encharcamientos en algunas zonas, pero estas se prolongaron hasta la mañana del 20 de noviembre, por lo que autoridades decidieron suspender el evento sin reprogramación, lo que dejó a los jóvenes plantados o lo que comúnmente se le dice “vestidos y alborotados”.
Pero no todo es negativo, Emmanuel ve con optimismo que ahora él y sus compañeros cuentan con el equipo prácticamente nuevo para seguir con sus actividades cotidianas.