El deceso de ochos bebés en el Hospital General de Los Mochis obliga al Estado a invertir para mejorar las instalaciones de este y los demás nosocomios que están en operación en la entidad, expuso el gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Comentó que las condiciones en que operan los hospitales dejan mucho que desear, por lo que es urgente hacer ajustes para garantizar el servicio y evitar que se registren más decesos de neonatos.
En cuanto a la posibilidad de apoyar a las familias de los ocho bebés fallecidos, el mandatario comentó que por el momento sólo están en pláticas.
De acuerdo al estudio que hizo Cofepris sólo uno de los menores murió por una infección nosocomial. El resto fue porque adquirió una enfermedad fuera del hospital, en el útero y por el bajo peso y el grado de prematurez que tenían.
Con información de Cristina Medina
