En México, sólo 3 de cada cien jóvenes pertenecientes a un grupo de indígena logran estudiar una licenciatura en alguna institución pública. El resto son discriminados y obligados a dedicarse a alguna actividad relacionada con el campo o cualquier otra que requiera de un esfuerzo mayor.
Cresencio Ramírez Sánchez, miembro de la Red de Pueblos Indígenas, expuso que en el caso de Sinaloa 1 de cada 10 jóvenes nacidos en el estado o provenientes de otra entidad como Oaxaca, Chiapas o Guerrero, pertenecientes a alguna etnia consigue inscribirse en alguna universidad.
Entre los factores que han truncado el crecimiento académico, de acuerdo con Ramírez Sánchez es el grado pobreza que viven los pueblos indígenas, así como la falta de inclusión por parte de las instituciones, la cuales lejos de ser incluyentes establecen barreras para reducir los espacios para los jóvenes indígenas.
Ante la situación, el abogado llamó a los rectores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Juan Eulogio Guerra Liera, y de la Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO), Silvia Paz Díaz Camacho, para que hagan ajustes en sus sistemas de admisión de estudiantes y le abran más las puertas a los pueblos indígenas.
