CULIACÁN.- La necesidad de tener un ingreso la llevó a emprender; apostarle a un negocio en el que además de conseguir un ingreso ha fomentado la solidaridad, pues han implementado un esquema denominado la bebida pendiente.
Mari Carmen Campoy cuenta que desde hace cinco años se animó, junto con una amiga, a poner un pequeño puesto para vender atole de pinole, chocolate, avena, gorditas y hot cakes. Fue a prueba y error, y perfeccionando la técnica que poco a poco se ganó un lugar, y ganar clientes. A partir de ahí y tras ver cómo algunos establecimientos de café de otras ciudades ofrecían la venta de una bebida para donarla a quienes no tienen para comprarla o bien para indigentes, decidió implementarla.
“Ya tenemos cinco años que la metemos; lo vi por internet, por allá en Europa, Estados Unidos se usa mucho en las cafeterías la bebida pendiente. Yo hago esa conciencia, porque muchas veces a uno no le alcanza para darles a todos, qué más quisiera, pero para hacer conciencia con la gente”.
La empresaria cuenta, que la dinámica es sencilla. Solo es cuestión de preguntar, dejar pagada la bebida y listo. Una vez que se acerca algún indigente se le entrega, ya sea un chocolate, un atole o avena calientita.
Mari Carmen comenta que desde el momento que se instalaron en la esquina de Juan Carrasco y Antonio Rosales, han enfrentado una serie de retos, tanto con el clima como con las autoridades. Sin embargo, gracias a la constancia y esfuerzo que ponen han conseguido mantenerse en la venta de estos productos, mismos que se vuelven los más buscados durante la época decembrina.
“Tratamos de venirnos bien armados en esta temporada en la que empieza el frío para que nos alcance el tiempo y la bebida se acabe. Ha sido de mucha lucha, de lluvia y entre los inspectores, sí ha sido de mucha lucha, y pues con el clima también”.
Atole Mari, como se ubica este negocio, se instala desde mediados de octubre hasta mediados de abril. De lunes a domingo, a partir de las 5:00 colocan la mesa y los termos con las bebidas calientitas y empiezan a preparar las gorditas, el pan con mantequilla y los hot cakes, así como ofrecer la bebida pendiente.
“Pues los invitamos aquí a Atole Mari, a fuera de Cuidado con el Perro, entre Carrasco y Rosales. Bienvenidos sean”.
