Existe un ramo de la economía en México muy productivo, representado en su mayoría por mujeres, indispensable para la supervivencia de la familia y sin un verdadero reconocimiento: la economía doméstica.
Este concepto nos remonta a finales del año 1800, su creación se le atribuye a la norteamericana Ellen Swallow Richards, primera mujer aceptada en el MIT -Instituto Tecnológico de Massachuset-, y fundadora de la hoy reconocida Asociación Estadounidense de Ciencias de la Familia y el Consumidor. En aquella época Richards consideró que la economía del hogar se debía de dividir en siete áreas: cocina, desarrollo infantil, educación y conciencia comunitaria, gestión y diseño del hogar, costura y textiles, presupuesto y por último, salud e higiene.
En México, 85 de cada 100 personas realizan una actividad doméstica, históricamente esta actividad en su mayoría ha recaído en las mujeres -7 de cada 10 personas-, quienes dedican aproximadamente 50 horas a la semana al trabajo del hogar, mientras que los hombres sólo destinan en promedio 20 horas -INEGI-. Es decir, las mujeres prácticamente cubren una jornada de trabajo completo al día -7 horas-.
¿Cuánto vale el trabajo de ama de casa? Según datos del INEGI, en 2020 el valor económico de ser ama de casa -labores domésticas y de cuidados- realizadas por la población de 12 y más años de edad alcanzó los 6.4 billones de pesos, los cuales representan un 27.6% del PIB nacional, aportando las mujeres 2.7 veces más valor económico que los hombres.
Si el trabajo doméstico fuera realmente remunerado, cada mujer estaría recibiendo adicionalmente 69,128 pesos anuales y los hombres $27,175 pesos anuales. Además, conforme a información del Observatorio Internacional de Salarios Dignos (OISAD), el trabajo de las mujeres debería tener un valor de 60,000 mdp al día y sólo el 33.3% es remunerado.
Sin embargo, a esa lista de 7 áreas de economía del hogar y a las cifras anteriores, le faltaría agregar el valor de la nobilísima función de ser madre, miembro imprescindible de todo hogar. Ama de casa, ejecutiva, empleada o no, la madre es el pilar esencial de la familia, sobre el que se levantan varias vidas producto de un sinfín de horas y esfuerzos dedicados a la formación de los hijos, a inculcarles valores y principios universales, porque como dice el escritor Mclever: El que educa a un hombre, educa a un individuo, el que educa a una mujer, educa una familia.