Con el paso de los años y derivado de los cambios importantes de las políticas, las culturas y las prácticas inclusivas en torno a las personas con discapacidad, y en general, en la atención a todo tipo de manifestación de la diversidad, se han ido modificando las formas en que se les nombran.
Conocer la forma correcta para referirse a las personas con discapacidad y con aptitudes sobresalientes ayuda en ir desmitificando, quitando etiquetas, logrando así avance en una ruta de respeto a la dignidad humana y de no discriminación.
A continuación se presenta una relación de los términos que están vigentes y algunas formas incorrectas comunmente utilizadas:
Sin duda que conocer y tener presente esta información será de mucha utilidad, por ejemplo para quienes escribimos, hablamos en público o elaboramos notas periodísticas, pero también para usted que puede tener un vecino o familiar con alguna de estas condiciones antes mencionadas.
Pero será un paso aun mayor el que dejemos de utilizar frases como “pareces autista” o “para que tiene síndrome de down” como lo hizo un reconocido presentador de noticias en pleno programa. El uso del lenguaje desde luego que puede hacer una importante diferencia hacia una cultura de inclusión.
