En 985.9 millones de pesos es el daño que se tiene cuantificado por el momento en la Secretaría de Salud en el ejercicio 2016.
Guadalupe Yan Rubio, secretaria de Transparencia y Rendición de cuentas, informó que en una primera revisión encontraron pagos sin soporte documental por 31.9 millones de pesos por una supuesta asesoría que se asignó de manera irregular y nóminas infladas. En el caso de esta última se advierte la suma de un pago de 63 millones de pesos que se les hizo a 415 trabajadores que no están reconocidos, así como el pago de 200 mil pesos a Centros de Salud que no estuvieron en funciones durante el 2016.
La funcionaria estatal también dio a conocer la contratación de la empresa Dimesa, misma que se hacía cargo de la compra y distribución de los medicamentos. De ahí que para el 31 de diciembre de 2016 el estado carecía de medicamento y material de curación.
Además, de que durante el tiempo que le fue asignado el contrato presentó precios mayores a los establecidos en el Catálogo Universal de Servicios de Salud (CAUSES), y a los precios de referencia de la Dirección de Atención Médica de los Servicios de Salud; lo cual representa un incremento en la propuesta de 44.7 millones de pesos.
De igual forma se Yan Rubio dio a conocer que detectaron el traspaso injustificado de 410.8 millones de pesos, y el gasto sin respaldo de 18.1 millones para el equipamiento de 23 Centros de Salud, así como un pasivo no registrado por 145 millones de pesos que derivan la contratación de dos créditos para el pago de proveedores.
Con información de Cristina Medina
