Salen del mar licenciados, ingenieros y maestros
Hijos de los pescadores se involucran en las actividades de sus padres
Míriam dejó unas horas su aula de estudios y decidió acompañar a su padre en la aventura del oro azul.
La pesca ha sido por siempre el sustento de su familia y lo que le ha permitido cursar el tercer año de la Licenciatura en Nutrición.
A sus 20 años, sabe el valor del esfuerzo familiar y no tuvo freno para hacerse a la mar en el primer día de capturas.
“No así, ahora vine, pero yo estudio tercer año de Licenciatura Nutrición”.
Oriunda del campo pesquero de Altata, Míriam Gallardo ha participado desde niña en las tareas del mar.
Aunque se trata de un trabajo rudo, manejar las artes de pesca no es impedimento para la joven navolatense.
Ezequiel Gallardo expresó que ha llevado a sus tres hijos de 23, 20 y 12 años a realizar labores de pesca cada temporada a fin de que valoren el esfuerzo que se realiza para brindarles su desarrollo académico y socioeconómico.
El mayor ya culminó la ingeniería de Agronomía, quien ocasionalmente le sigue acompañando en dicha actividad, al igual que el menor de su familia.
“Que venga a darse cuenta que valoren el estudio», dijo.
¿Y el otro, que está estudiando?–Se le preguntó.
«Él ya se recibió ahorita es… agrónomo, gracias a Dios de aquí ha salido», recalcó el pescador ribereño.
Con información de Julio César Caro.
