Rinden homenaje póstumo a estudiante de Medicina de la UAS entre sollozos y remembranzas
Familiares, amigos y compañeros de la Facultad de Medicina de la UAS, liberan globos blancos en memoria del joven asesinado por dos motociclistas junto a Yukhie Adaly estudiante de la Facultad de Arquitectura el pasado jueves en la calzada H. Militar en Culiacán.
Julio César Caro | ADN Informativo
Culiacán, Sinaloa. – En un emotivo homenaje, familiares, amigos y compañeros de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) recordaron a Jason Zavala Rodríguez, estudiante de tercer grado, quien fue asesinado a balazos el pasado jueves junto a Yukhie Adaly, estudiante de Arquitectura. El homenaje, realizado en la cancha de softbol de la facultad, incluyó un minuto de silencio, mensajes de despedida y la liberación de globos blancos para honrar su memoria.
Verónica Rodríguez, madre de Jason, describió entre lágrimas a su hijo de 20 años como un joven lleno de aspiraciones, quien soñaba con convertirse en un médico sobresaliente para servir a su comunidad.
“Quería ser un gran médico, quería agarrar una especialidad, no se decidía muy bien, decía anestesiólogo, decía que cirujano, todas las especialidades le gustaban, pero no tenía una definida, pero su sueño era ser un gran médico. Eran él y su hermanita de 10 años”, compartió su madre, conmovida. Jason era el mayor de dos hermanos, y su ausencia deja un profundo vacío en su familia.
El homenaje, realizado al mediodía, comenzó con un minuto de silencio, seguido por palabras de despedida. Con la voz quebrada, su madre lamentó la pérdida.
“Es un dolor tan grande que me deja mi niño, él lo único que quería era ser un gran médico ¿Por qué me lo quitaron, era buen niño? Él no se merecía esto”, expresó, mientras la comunidad universitaria se solidarizaba con su dolor.
Compañeros de clase y amigos también tomaron el micrófono para compartir recuerdos de Jason, resaltando su carácter y dedicación. En un gesto simbólico, una catedrática realizó el último pase de lista, y al pronunciar “¡Zavala Rodríguez, Jason!” todos los presentes respondieron al unísono con un fuerte “¡Presente!”.
El homenaje culminó con la liberación de globos blancos que ascendieron al cielo mientras sus seres queridos gritaban su nombre. Verónica Rodríguez, resignada, manifestó: “La única justicia se la dejo a Dios. Ya no tengo a mi hijo; nada me lo va a regresar.”
Este homenaje refleja el impacto de la violencia que afecta a la sociedad en general desde hace más de dos meses en la región, donde la comunidad estudiantil y la profunda pérdida de un joven cuyo sueño de convertirse en médico fue interrumpido trágicamente.
