Se encuentra la resiliencia dentro de muchos entornos, entre los cuales están los familiares, escolares, empresariales, y hoy recordaremos que las empresas resilientes se forman de personas resilientes, por eso la importancia de reconocer el valor de la resiliencia dentro de nuestro día a día, es como nos adaptamos a los cambios desarrollándonos de manera positiva, con un crecimiento que denote un desarrollo y transformación en nuestra actitud y manera de pensar.
Las empresas requieren de personas resilientes, dispuestas a ver los problemas como retos y buscando cumplir objetivos, así como empleamos la planificación estratégica en las empresas también hay que utilizarla en nosotros como personas, hacer un análisis FODA personal, detectar nuestras Fortalezas, Debilidades, Amenazas y Oportunidades, por ejemplo, habrá personas que dentro de sus fortalezas sea ser resilientes, y ¿Cómo podemos ser resilientes?:
Dentro de la resiliencia individual se encuentran cuatro dimensiones:
- Autoconfianza: Creer en uno mismo, tendemos a desmotivarnoscuando algo nos sale mal y perdemos confianza en nosotros mismos, cuando debe ser evaluar lo que necesitamos cambiar y trabajar en ello, si queremos resultados diferentes, hay que actuar de manera diferente.
- Planificación: Trazar una ruta a seguir para lograr los objetivos, considerando los recursos disponibles o de los cuales probablemente podamos disponer.
- Autocontrol: El primer paso para el autocontrol es el autoconocimiento, si yo sé que soy o reacciono de tal manera, y reconozco cosas que debo y quiero cambiar entonces viene el autocontrol, las emociones hay que reconocerlas para poder gestionarlas.
- Disciplina, persistencia: Confiar en nosotros mismos, planear nuestros objetivos, gestionar nuestras emociones y cumplir con lo que tenemos que hacer, no solamente es querer hacerlo, es hacerlo realmente, como el que siempre llega tarde al trabajo porque se queda dormido, o el que no le rinde el día porque se la pasa viendo redes sociales en el teléfono o la computadora, si no nos enfocamos en un cambio siendo nuestros propios gestores de cambio no lo lograremos, debemos tener la confianza en nosotros mismos, ponernos la meta y no esperar a que alguien más venga y nos diga para tener que cambiar, es algo que denota nuestro compromiso y ganas de cumplir nuestros objetivos.
Hay ocasiones en que necesitamos ayuda, hay que buscarla, detectar si realmente es una ayuda como tal, con resultados positivos, no personas tóxicas que en lugar de mejorar empeoran situaciones, hay personas que solo nos dicen lo que creen que queremos escuchar, identificar bien las personas que nos ayudan a ser mejores personas y viceversa es importante, grandes equipos se forman de la confianza mutua y el compromiso en todos los aspectos.
Estos conceptos inician con la infancia, el entorno familiar, las relaciones interpersonales en cada aspecto de nuestra vida, algunas recomendaciones son:
– Tener nexos con algo o alguien, que nos den sentido de vida.
– Considerar que cada persona tiene una historia.
– Entender que cada historia es diferente y cada uno de nosotros podría reaccionar diferente.
– Valorar que la resiliencia es un proceso, el cómo vive una persona ese proceso incluyendo diversos factores relacionados.
– Utilizar los recursos que tenemos, donde uno muy importante es la actitud que tomamos ante las situaciones que enfrentamos.
– Conocernos: “Conocer a otros es conocimiento, conocernos a nosotros mismos es sabiduría” Lao Tse.
