Personal de la Secretaría de Salud decidió quemar sus filipinas de trabajo en señal de protesta por la falta de condiciones dignas de trabajo y sueldos homologados a su rango.
La red de salud de Sinaloa tiene a por lo menos mil 200 trabajadores en espera de una base que les dé certeza jurídica y formalidad en la planta laboral.
El gobierno del estado los identifica como «la cuarta etapa» de basificación. Se trata de un rezago heredado de anteriores administraciones, sin embargo, en la actual tampoco se avizora una solución para quienes paradójicamente laboran en hospitales y no tienen ni seguridad social.
Luego de las protestas expresadas en tomas de clínicas y quema de batas de trabajo, la Secretaría de Salud reconoció como legítimo el reclamo laboral, pero pidió no salir de control ni caer en actos que puedan constituir «hechos violentos».
El titular de Salud de Sinaloa, Alfredo Román Messina, aseguró que iniciarán una auditoría en Recursos Humanos para depurar aviadores y otras irregularidades.
Según el jefe de la SSA del estado, en México hay 70 mil los trabajadores de la salud en espera de formalización.
