Quirino Ordaz daría el “tiro de gracia” al campo sinaloense
Anteriores gobiernos del PRI impulsaron el Tratado de Libre Comercio y Enrique Peña Nieto cerró las negociaciones en torno a Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP por sus siglas en inglés), que dará “el tiro de gracia” a los productores agrícolas de Sinaloa.
Con una “avanzada” que recorre la zona urbana y las comunidades rurales, recogiendo credenciales a cambio de dinero y despensas y otros apoyos materiales, Quirino Ordaz Coppel visitó de nuevo el norte de Sinaloa. En Los Mochis, cuna del sindicalismo, sostuvo reuniones con trabajadores de varias empresas, convocados por sus patrones. En el Valle de El Carrizo se reunió con campesinos y agricultores.
Quirino se ha opuesto a la sindicalización de los trabajadores de los hoteles. Como diputado no atendió el reclamo de los trabajadores del ingenio Mochis, el cual desapareció tras una “quiebra inducida” dejando en la indefensión económica a los obreros. Alejado del sector agrícola, metido en su confort, en Mazatlán, Quirino forma parte de “la casta divina” interesada en impulsar el Centro Integralmente Planeado –CID-, desarrollo para el agasajo turístico de extranjeros.
La agenda del sector agrícola-electoral es atendida por el ex gobernador Jesús Aguilar Padilla, expulsado prácticamente de la subsecretaría de Agricultura federa por fallar en el desarrollo de los programas de apoyo al campo mexicano; y por el delegado de la Sagarpa, Rolando Zubia Rivera. En el sector campesino ambos son conocidos por acaparar los programas agrícolas y canalizarlos a un grupo de latifundistas afiliados al PRI
El Valle de El Carrizo está en ruinas. La economía gira en torno a la actividad agrícola olvidada por los gobiernos del PRI. Heladas, falta de créditos, huracanes, inseguridad y miseria, atrapan a las familias de esta sindicatura, granero agrícola del norte de Sinaloa.
Para los especialistas, el abandono que viven los productores agrícolas proviene de la puesta en marcha de la política neoliberal en México y, concretamente, con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, que trajo consigo la concentración del mercado en grandes empresas y el olvido de la base productiva nacional.
El TLCAN y el resto de los tratados que los gobiernos del PRI han suscrito en los últimos años son un fracaso rotundo. Existe un déficit en la balanza comercial del país. Los mandatarios del PRI dijeron que el TLCAN iba llevar al crecimiento económico, al bienestar y al primer mundo, pero hundió la agricultura y otras actividades “colaterales”. Generó primero una situación de estancamiento y luego una grave crisis económica.
En este escenario se suman varios factores que azotan a este sector como la pobreza, la marginación y la migración, que son antónimos de las promesas que se realizaron durante las administración de Madrid y Carlos Salinas de Gortari, además del nuevo acuerdo que obedece a una alineación política y económica de México que favorece a Estados Unidos.
Enrique Peña Nieto celebró la conclusión de las negociaciones del TPP al que calificó, como lo hizo Carlos Salinas con el TLC, como un acuerdo de vanguardia que fortalecería la integración comercial de México con el mundo, y que se traduciría en mayores oportunidades de inversión y empleo bien remunerado para los mexicanos.
El TPP tiene más de 26 capítulos que abordan temas como el de los combustibles, carnes, textiles y automóviles, para su regulación financiera y laboral. Es un tratado multilateral de libre comercio que rige los acuerdos comerciales entre las naciones firmantes; los estados firmantes están obligados a adecuar sus leyes, y en caso de no hacerlo son acreedores a sanciones o demandas.
El candidato de Enrique Peña Nieto, Quirino Ordaz Coppel, aquí, ocultó cifras, quizá por no saberlas, de la situación de crisis que lacera al campo sinaloense y lanzó su perorata de apoyo a los productores agrícolas, en un evento que congregó a amas de casa y jornaleros a los que previamente se les entregaron apoyos económicos y despensas-.
La cercanía con Quirino Ordaz Coppel de Jesús Aguilar Padilla, ex subsecretario de Agricultura, y del delegado de la Sagarpa, Rolando Zubía Rivera, no vaticina nada bueno de llegar al gobierno del estado. Todavía se recuerda que el exgobernador acuñó la frase esa que dice que “los agricultores de Sinaloa son los mejores del mundo”, lo cual se ha convertido en un absurdo, porque al éxito agronómico le ha seguido el fracaso económico.
De los reclamos de mejores precios de garantía y pago oportuno, créditos accesibles y apoyos al campo, el gobierno de Enrique Peña Nieto, del PRI, les ha respondido a los productores de Sinaloa con promesas y más promesas. El campo colapsó. Los campesinos o agricultores que se manifiestan son reprimidos. Falta nada más que se cumpla la consigna de imponer por la vía de un megafraude a Quirino Ordaz Coppel para que le dé “el tiro de gracia” al campo sinaloense. Es cuanto.