Por Roberto Cruz |
2020 y 2021 han sido dos años muy duros para millones de personas y para miles de empresas en Sinaloa y en todo México; la crisis económica generada en gran medida por la pandemia del Covid ocasionó una desaceleración e incluso decrecimiento del producto interno bruto (PIB) en muchos países, y el nuestro no fue la excepción. El desempleo fue un factor común para los mexicanos, así como para el resto del mundo.
La falta de oportunidades de trabajo incrementó las deudas personales en las familias sinaloenses, al igual que en el resto de los estados, ya que las familias continuaron con su gasto en servicios como el pago del agua, gas, luz, internet, renta, comida y transporte; y, desde luego, los gastos extraordinarios en salud si algún familiar resultó enfermo, así como el aumento de los costos de la educación en línea, como, por ejemplo, el internet o incluso el pago en abonos de algún dispositivo, como una laptop o un celular inteligente para poder estudiar en línea.
A pesar de estos retos tan difíciles, hoy podrías ser tú una de las afortunadas personas que tienen la oportunidad de tener trabajo y el privilegio de contar con un aguinaldo. Este dinero extra debe usarse con prudencia e inteligencia, pero, sobre todo, pensando en el bienestar familiar y en tus prioridades económicas, especialmente para la salud de tu familia y la educación de tus hijas e hijos.
Entiendo la tentación de malgastar tu aguinaldo en las fiestas decembrinas, tratar de comprar un mejor carro, comprarte algo de ropa o incluso pagar (o al menos abonar) las deudas de estos últimos dos años. Sin duda, de estas opciones, lo mejor es tratar de solventar nuestras deudas. Sin embargo, existen dos inversiones que son clave en el desarrollo (o deterioro) financiero de una familia, el costo de la educación de quienes son estudiantes en dicha familia y el pago anual de un seguro de gastos médicos mayores.
Desde luego que para una familia de bajos ingresos que vive al día es imposible pensar en pagar anualmente un seguro médico, su seguridad social está basada en los mecanismos que ofrece el Estado mexicano a través del IMSS y el Issste, principalmente. Pero para familias de clase media baja, media y media alta es crucial la contratación anual y constante del pago de un seguro de gastos médicos mayores para todos los integrantes de dicha familia.
Es un error común que para muchos ciudadanos sea más importante cubrir el seguro de su carro, el cual aún están pagando, en lugar de garantizar su seguridad en materia de salud para ellos mismos y sus familias. Pensemos en dos escenarios; si chocas o te roban tu carro sin tenerlo asegurado, lo peor es que pierdas tu vehículo y te quedes con esa deuda. Pero en cambio, si te enfermas o se accidenta algún familiar y no tienes un seguro médico, podrías terminar vendiendo urgentemente tu carro, tu casa y podrías perder en cuestión de semanas todo el patrimonio que construiste a lo largo de toda una vida de esfuerzo.
En México, la principal causa de pérdida patrimonial total y que una familia de clase media o media alta termine en una condición de pobreza es, justamente, la falta de la adquisición de un seguro de gastos médicos mayores familiar. Todos podemos perder un carro, pero nadie deja morir a un familiar enfermo o accidentado, y vender tus bienes con urgencia conlleva una merma de al menos un 40 por ciento o incluso más. Así que este diciembre ponte trucha y no malgastes tu aguinaldo en fiestas y cerveza; mejor invierte en la salud de tu familia y en la educación de tus hijos. Muchos te pueden invitar unas cheves, pero nadie te va a pagar la hospitalización de tus padres o hijos. ¡Piénsalo!
