Basta con entregar nuestra credencial de elector unos minutos para entrar a un edificio o dar una copia de este documento, para que puedan robarnos nuestra identidad, muchas veces con consecuencias a nivel personal o patrimonial.
Noé Adolfo Riande Juárez, Director de Facilitación del Sector Público del INAI, explica que a pesar que el robo de identidad ya está tipificado como delito en 15 estados del país, las Procuradurías estatales casi no tienen estadísticas y tampoco hay información clara de la incidencia a nivel federal.
“Estamos encontrando que desafortunadamente las Procuradurías o Fiscalías Estatales casi no tienen estadísticas respecto a ese delito de robo de identidad, a pesar que en el país ya hay 15 estados que tienen tipificado el delito como tal, no hay información clara en los reportes estadísticos”.
Pedir una identificación a los ciudadanos o datos como domicilio, fecha de nacimiento y firma, es práctica común en muchos lugares, pero las personas tenemos derecho a preguntar porqué nos los piden, incluso de acuerdo a la Ley de Protección de Datos Personales en posesión de Particulares, podemos exigir un aviso de privacidad donde por escrito se precise qué uso se dará a esta información y autorizar o no que los usen, explicó Riande Juárez, durante el Taller en el Taller de Derecho de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales organizado por El Debate y el INAI.
En cuanto a la Ley de Protección de Datos Personales en posesión de sujetos obligados, es decir datos de ciudadanos en manos de dependencias oficiales, la iniciativa del INAI aún no ha sido discutida por la Cámara de Diputados a pesar que se esperaba su aprobación en este mes de octubre.
Katia Rivera
