Cuando se es joven no te detienes a pensar lo que puede ocurrir, todo es divertido, emocionante y se realizan acciones que ponen en peligro la vida de terceros y la propia, así le ocurrió a Miguel Ángel Salazar, que luego de tomar algunas bebidas embriagantes, junto con amigos, tras el volante, jugaron carreras, la velocidad y la falta de pericia por el alcohol, el coche se estampó en una palmera.
“Al momento del impacto, dos de mis amigos salen disparados, del automóvil, uno de ellos con golpes, sin ninguna lesión de qué preocuparse, el otro cae de cabeza, lamentablemente pierde la vida en ese momento, quedamos dos personas en el carro, el conductor y yo, yo iba de copiloto, yo quede prensado de mi pierna, el piloto pues con golpes pero cosas leves”.
Bomberos y Cruz Roja acudieron al lugar de los hechos sacaron a Miguel Ángel del vehículo y lo llevaron al hospital con un pronóstico reservado.
“El pronóstico no era nada alentador, tuve golpe en la cabeza, infartos cerebrales, múltiples fracturas en todo mi cuerpo, pero por el golpe en la cabeza los antibióticos que me podían proporcionar para la infección en la pierna podrían ser contraproducentes con mi cerebro y la prioridad era mi cerebro”.
Ya que se logró estabilizar el problema cerebral, la pierna de Miguel Ángel se gangrenó, por más que se intentó salvarla, finalmente los médicos decidieron amputarla.
“Es una noticia dura, al momento para mí, afortunadamente tuve el apoyo de mi familia y mis amigos que siempre, siempre estuvieron conmigo y no me dejaron que me cayera, siempre levantándome el ánimo, invitándome a lo que hacían ellos, invitándome a sus actividades, a la escuela, eso tuvo mucho que ver para mi recuperación”.
Miguel Ángel puede contar su historia, sin embargo, en ese accidente se perdió una vida, como ocurre en muchos más, por eso es importante tomar conciencia y buenas decisiones.
Con información de Liliana Rodríguez
