El investigador Tomas Guevara, retomando a otros expertos, señala que la civilidad es las sociedades se detiene debido a la influencia de algunos sucesos, políticas, ideologías, entre otras, que trastocan dicha evolución
CULIACÁN. Una investigación realizada por dos sociólogos sociales norteamericanos a finales de los años noventa se propuso determinar las causas por las cuales hay espacios geográficos donde las personas se muestran más reactivas o violentas.
Los resultados del estudio de Dov Cohen y Richard Nisbett, revelaron que, en el caso de Estados Unidos, la diferencia del número de homicidios que existía entre la zona sur y la norte era abismal. En la parte del sur de Estados Unidos el número de homicidios es muy alto respecto al norte.
Dicha investigación fue retomada por el investigador Tomás Guevara Martínez, especialista destacado en el estudio de la violencia y seguridad social en Sinaloa, quien coincidió en que las personas en el sur tienden a ser más violentas, por distintos factores, pero sobre todo por la cuestión del honor.
“Encontraron (Cohen y Nisbett) que hay toda una “cultura del honor”, como le llamaron, más arraigada en el sur de los Estados Unidos. Es decir, si alguien insulta a alguien, si invade su propiedad privada, si lo molesta, si transgrede su tranquilidad y demás, la reacción es más violenta entre la gente del sur, y parece ser que esta es la parte de la que más nos hemos contagiado”, dijo.
Tomas Guevara señaló el trabajo de otros autores donde se tipifica al sinaloense como un ser reactivo y poco proclive a respetar la Ley, debido al detenimiento de la civilidad.
Explicó que esos procesos donde la civilidad se detiene, no tiene el ritmo o la velocidad que se requiere para afrontar los problemas venideros, pueden deberse a fenómenos muy específicos o la influencia de algunos sucesos, políticas, ideologías, entre otras, que trastocan dicha evolución.
En el caso de Sinaloa, uno de los factores que trastocaron la civilidad fue la aparición del fenómeno del narcotráfico, con el peso y la importancia que adquirió en la sociedad, así como toda la violencia inherente que lo acompaña.
“El narcotráfico trastocó tanto a nuestra sociedad que llegó al ámbito cultural, hay aspectos relacionados con nuestras creencias y nuestros valores que fueron trastocados por el problema del narcotráfico”, explicó Guevara Martínez.
KEVIN CHICUATE
