¿Por qué AMLO no tiene oposición?
En todas las democracias modernas en el mundo, un elemento clave para generar contrapesos y equilibrios, e incluso para aumentar la competitividad de los Gobiernos en funciones, es justamente el nivel de la oposición. Existen dos tipos, la oposición política partidista y la resistencia ciudadana, donde se encuentra el empresariado, académicos, organizaciones no gubernamentales y los medios masivos de comunicación, donde ya hoy se incluyen también las redes sociales. La resistencia ciudadana es fundamental como contrapeso para criticar y proponer, especialmente si se cuenta con buenos niveles educativos entre la ciudadanía; sin embargo, es insuficiente para generar equilibrios en la toma de decisiones gubernamentales y legislativas, sino se cuenta con una oposición partidista con credibilidad entre la ciudadanía.
Hoy, en México existen dos discursos “opositores” de cara a la elección de los 500 diputados federales y 12 gubernaturas en 2021 (entre ellas la de Sinaloa); el de corto plazo que implica el fracaso hasta hoy de la 4T para combatir la violencia e inseguridad, y otro de mediano plazo que impacta en el aumento del desempleo por la falta de crecimiento económico. Políticamente, estamos bajo el régimen del voto 5 de 5 a favor de Morena en la ola electoral del presidente AMLO y del voto de castigo en contra de la corrupción e impunidad del PRIAN en 2018.
Pero las expectativas de cambio están muy por debajo de lo que muchos ciudadanos esperábamos en Sinaloa; lo padecemos en la falta de experiencia e ineptitud de la mayoría de los alcaldes de la 4T e incluso la corrupción de muchos diputados locales y federales de morena, ya vendidos al Gobierno estatal del PRI por 200 mil pesos mensuales. Entonces, ¿por qué morena está arriba en las encuestas estatales dos a uno frente a su único competidor real (si hubiera abstencionismo) que es la estructura del PRI en Sinaloa, y con amplia ventaja también en 10 de las 12 gubernaturas? La respuesta la dio el presidente AMLO en una de las “mañaneras” al sentenciar que “la oposición está moralmente derrotada”.
Que el PRI y el PAN hoy nos hablen de moralidad, honradez y combate a la violencia, es tan incongruente como si la UAS o el Tec de Monterrey invitaran a Armando Villareal y a malova a impartir un seminario sobre honestidad; es como si escucháramos hablar del valor de la niñez a un pederasta, o como si un secuestrador quisiera darnos clases de humanismo, es absolutamente falto de credibilidad. No solo importa lo que diga la oposición, sino también quiénes son la oposición. Y ya que el PRIAN es el padre de la corrupción e impunidad en este país, es incongruente e increíble que prianistas ahora se presenten como la gran solución. Por eso a pesar de la incapacidad de morena para resolver los principales problemas que padecemos, siguen arriba en las encuestas, ya que regresar al PRIAN sería mucho peor, esa historia ya la conocemos.
El futuro de ningún país lo encontraremos en su pasado.