La parálisis cerebral es un grupo de trastornos que afecta la capacidad de una persona para moverse, mantener el equilibrio y la postura. Éstos trastornos aparecen durante los primeros años de vida y por lo general, no empeoran con el tiempo. Las personas con parálisis cerebral pueden tener dificultades para caminar, escribir, mantener el equilibrio incluso para el habla.
La parálisis cerebral ocurre cuando las áreas del cerebro que controlan el movimiento y la postura no se desarrollan correctamente o se lesionan. Los signos prematuros de parálisis cerebral suelen aparecer antes de los 3 años de edad. Frecuentemente, los bebés con parálisis cerebral son más lentos para voltearse, sentarse, gatear, sonreír o caminar.
La parálisis cerebral puede ser leve o grave. Una persona con esta condición te tipo leve puede tener movimientos extraños, pero es posible que necesite poca ayuda o ninguna.
Existen tres tipos de parálisis cerebral: espástica, atetoide y atáxica. El tipo más común de parálisis cerebral es la de tipo espástica. Una persona con parálisis cerebral espástica no puede relajar los músculos o podría tener músculos rígidos.
La parálisis cerebral atetoide afecta la capacidad para controlar sus músculos. Esto significa que los brazos o piernas afectados podrían agitarse y moverse repentinamente. La parálisis cerebral atáxica se manifiesta con problemas de equilibrio y coordinación en los movimientos corporales.
Respecto a la parálisis cerebral espástica hay tres subtipos:
- Diplejía espástica. Afecta mayormente en las piernas.
- Hemiplejía espástica. Afecta a un lado del cuerpo.
- Cuadriplejía espástica. Afecta la mayoría del cuerpo, incluidos los brazos y las piernas, el torso y la cara.
La parálisis cerebral es ocasionada por un desarrollo anormal del cerebro o una lesión cerebral que puede producirse durante la gestación, durante el parto o en los primeros años de vida.
Algunas infecciones en la madre como la rubeola y la varicela, durante el embarazo, pueden aumentar el riesgo de daño cerebral en el bebé. La falta de oxígeno en los recién nacidos, la meningitis o la encefalitis viral en niños también la pueden provocar. Otra causa pueden ser las lesiones cerebrales durante los primeros meses o años de vida producidas por un accidente o porque el niño fue sacudido.
Algunas medidas de prevención:
- Mantener su salud física durante el embarazo.
- Tomar ácido fólico.
- Asistir a todas las consultas médicas prenatales.
- Evitar hábitos poco saludables como beber alcohol, fumar o consumir drogas.
- Observar al bebé después del parto para detectar ictericia.
- Mantenerse al día con las vacunas de su bebé.
- Evitar lesiones o accidentes potenciales.
En estos tiempos, el tratamiento para las personas con parálisis cerebral ha logrado muchos avances y la mayoría de los casos pueden lograr una calidad de vida y ser autosuficientes e incorporarse a la vida productiva.
Si sospecha que hay algunos indicadores con sus hijos pequeños pueden presentar parálisis cerebral acuda con su médico familiar o directamente a instituciones como APAC aquí en la ciudad de Culiacán, ellos le darán la orientación necesaria para dar seguimiento a su caso, recordando que cada caso es único y que… Diversidad Somos Todos.
