Nuestra actitud como clientes
Las empresas se analizan desde dentro para determinar su filosofía organizacional, para determinar la estructura, los perfiles de los puestos que conforman dicha estructura, así como su enfoque a la calidad, y muchos otros temas en los cuales destacan el servicio al cliente, qué necesidades tiene, cómo lo atendemos, si queda satisfecho o no con el producto o el servicio, cómo lo está tratando la competencia, qué valor agregado estoy dando desde que es un prospecto hasta el detalle del seguimiento en la postventa y crear lealtad y fidelidad por parte del cliente hacia nosotros como empresa.
Hay tipos de clientes, los buenos y malos para pagar, en escalas diversas, para determinar si les doy crédito o no, o qué limite tienen, así como el servicio que requieren, si es personalizado o estandarizado, si el vendedor o asesor se debe aprender los nombres de sus clientes, inclusive aprenderse datos importantes que le ayuden a conseguir más ventas, son variados los elementos involucrados en esa relación tan importante con el cliente, porque a final de cuentas es quien consume los productos o servicios de la empresa y los que hacen que existan ingresos para que la empresa cumpla con sus objetivos, genere empleos, pague impuestos, entre varias otras cosas.
La otra cara de la moneda es cuando cada uno de nosotros independientemente de la actividad que desempeñemos sea empresarial o no, nos convertimos en clientes, en una cadena sin fin, trabajas en una empresa, te pagan tu sueldo y vas y compras en otras empresas, definitivamente te conviertes en cliente, eres empresario, obtienes una ganancia y con eso al utilizar esos ingresos en la compra de productos o servicios, te conviertes en cliente también, las personas que no tienen un ingreso por una actividad algunas veces están relacionados con otras que sí y les dan una aportación sea cual sea la relación que se tenga, y con esa aportación se convierten en clientes también, una reflexión es ¿Cómo me comporto como cliente?
Los clientes tienen diferente educación, cultura, comportamiento, emociones diversas, así como una personalidad que los distingue, existen desde los que utilizan siempre las palabras mágicas de por favor y gracias, amables y respetuosos, y hay también clientes que son groseros, otros se comportan ofensivos, algunos impulsivos y también hay quienes pierden el control, existen diversos tipos de clientes de acuerdo a su personalidad.
El respeto hacia la actividad que está realizando la persona que te atiende es muy importante, la actitud cuenta mucho, tal vez te toque estar del otro lado en algún momento, atendiendo a un cliente, por eso cuando vayas a la siguiente empresa analiza ¿Cómo te comportas como cliente? ¿Eres cortés o demandas el servicio? ¿Escuchas con atención? ¿Dices por favor y gracias? ¿Sonríes? ¿Eres empático con la persona que te está atendiendo?
Definitivamente no estás obligado a actuar sonriente y amigable, sumiso o permitir que te vendan a como quieran o cuando quieran, ni tampoco se trata de que por ser cliente se tenga derecho a gritar o ser groseros, intimidar o hacer sentir mal a las personas que están realizando un trabajo.
Las dos partes son importantes, el que atiende y el que es atendido, el que vende y el que compra, una interacción que deje un buen sabor de boca a ambas partes, ¿Cómo atiendes en la empresa a tus clientes? ¿Cómo se comportan tus clientes contigo? ¿Cómo eres tú como cliente y qué aprendes de esa experiencia y qué aplicas de mejora en tu lugar de trabajo? ¿Qué estrategia utilizas con las diferentes actitudes de los clientes?.