Michael Johnson, el recuerdo olímpico de Atlanta 1996
Ganó cuatro medallas de oro olímpicas y 8 en campeonatos mundiales
A lo largo de la historia de los juegos Olímpicos hay finales que se han convertido en verdaderos clásicos los 200 metros varoniles de Atlanta 1996 son una de ellas.
Hace exactamente 24 años el estadounidense Michael Johnson llegaba exorcizando los demonios que lo habían dejado fuera de las medallas en esa prueba en Barcelona 92 pues una intoxicación alimentaria le impidió co?rer. En la cita olímpica de Atlanta nuevamente era uno de los favoritos.
Ya había ganado el oro en los 400 m planos pero quería la revancha en los 200 m y así llego… como si fuera presagio, Johnson que en aquel entonces contaba con 29 años de edad, brillo en el tartán del Continental Olimpyc Stadium y sus zapatillas doradas parecían un adelantó del inminente dominio que tuvo en la prueba.
«El hombre de las zapatillas doradas», como le llamaron, diseño su calzado a la medida para cada uno de sus pies, con ellos se despego de sus rivales desde el inicio de la carrera, salió de la curva después de completar los primeros 100 m en 10,12 segundos. Pero el cierre de la carrera fue aún mejor.
Mientras cruzaba la línea de meta, metros por delante de sus rivales más cercanos, Johnson no sólo había roto el récord mundial lo había hecho trizas su tiempo final fue de 19.32 segundos tres décimas de segundo menos que el récord del mundo anterior y la mayor mejora en un récord de 200.m, esto era que la segunda mitad de la carrera se había ejecutado en un tiempo impresionante de 9.2 segundos un tercio de segundo más rápido que el marca Mundial actual de Usain Bolt 9.58.
Mentalidad olímpica de campeón a lo largo de la carrera como velocista, Michael Johnson ganó cuatro medallas de oro olímpicas y 8 en campeonatos mundiales. En 2018, con 51 años, debió atravesar uno de los momentos más complicados de su vida al sufrir un infarto que lo tuvo varios meses sin poder caminar.
Con la tenacidad y el espíritu que caracteriza a los atletas, Johnson se enfocó rápidamente en su rehabilitación recuperando poco a poco el balance y la coordinación que perdió tras este lamentable suceso. El llamado «hombre de las zapatillas doradas» atribuye este nuevo logró en vida a su mentalidad Olímpica