Justo cuando el reloj marco las 11:00 de la noche, sonaron los tambores. Al escuchar la señal, todos los invitados que esperaron de pie por más de dos horas portando los colores verde, blanco y rojo, fijaron su mirada sobre el balcón, justo donde está la campana.
Entre la gente se alcanzaban a ver las bandera de México, uno que otro niño sobre los hombros de su papá y decenas de sombreros de palma.
Una vez que sonó el toque de bandera, todos estaban listos para tomar aire y dar el grito, el gobernador Mario López Valdez salió al balcón con la bandera en mano. En ese momento la campana sonó.
«Mexicanos viva la Independencia de México, vivan los héroes que nos dieron patria, viva Hidalgo, viva Morelos, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Allende, viva Guerrero. Viva México, viva México, viva México, viva Sinaloa».
Con algarabía y orgullo por ser mexicanos, los sinaloenses respondieron al llamado con un «viva», silbidos y aplausos.
El Himno Nacional replicó en toda la explanada de Palacio de Gobierno y con ello el cielo empezó a iluminar con los fuegos artificiales. Estos fueron la antesala a la presentación de los Tigres del Norte, quienes abrieron su presentación con el corrido del camaro. Los gritos no se hicieron esperar, la audiencia coreaba y pedían a sus ídolos no dejarán de cantar.
A lo largo del show de los cuetes y la presentación de oriundos de Rosa Morada, Mocorito, el gobernador Mario López Valdez se mantenía atento junto con algunos de los miembros de su gabinete, pues esta era la última vez que tendría la oportunidad de encabezar esta celebración patria en Sinaloa.
Cristina Medina
