CULIACÁN. Estar en desacuerdo en algo, querer lo mismo cuando solo puede quedar de un lado, no querer compartir, afectar negativamente una parte a la otra, son algunas de las circunstancias que dan pie al conflicto, lo cual es muy común en nuestro día a día, tanto en lo personal como en lo laboral.
Los conflictos en las empresas como punto inicial deben identificarse, se convierte en algo más complicado de lo que debería cuando no se ha notado, ¿Cuántas veces la persona con la que convivimos en el trabajo todos los días está molesta por algo y ni siquiera nos enteramos? ¿Cómo es que por esa molestia no expuesta se convierten en problemas cosas que podrían haberse solucionado desde el inicio?
Algunas de las preguntas que pueden ayudarnos a identificar nuestras actitudes y percepciones son:
– ¿Estoy gestionando adecuadamente mis emociones?
– ¿Soy capaz de dialogar acerca de algo que no me gusta, me incomoda o me genera disgusto?
– ¿Estoy considerando las actitudes de otros como algo personal?
– ¿Supongo cosas o invento historias en mi cabeza por no tener la información completa o no atreverme a preguntar?
– ¿Escucho comentarios de las demás personas y las considero como verdaderas sin analizar e investigar?
– ¿Me dejo llevar por lo que otros piensen de alguien antes de conocerlo o tratarlo?
– ¿Considero que todo aquel que no esté de acuerdo conmigo está tratando de imponerse o molestarme?
– ¿Trabajo con la actitud de ganar – ganar o quiero ganar siempre?
En algunas ocasiones los conflictos se dan de manera natural, es decir, como parte de la interacción entre las personas que tienen intereses distintos, y en otras se dan de manera premeditada por motivos de creación de oportunidades como salir del área de confort, integrar cambios, motivar la innovación, eliminar alianzas, generar mecanismos de supervivencia, entre otros, es relevante destacar que cuando se genera de manera intencional un conflicto, este puede generar descontrol o reacciones adversas que pueden o no cumplir con el cometido de su realización, por lo que hay que considerar riesgos y beneficios, así como efectos colaterales.
La naturaleza de los conflictos no es lo negativo, son las formas o soluciones con las que quieren las partes involucradas salir de ese conflicto.
Utilizar una comunicación adecuada a nuestro rol en la empresa, no suponer o asumir algo solo por lógica o sentido común, informar a los colaboradores cuáles serán sus actividades y también su línea de responsabilidad y autoridad sin duplicar actividades, cuáles son las políticas de atención al cliente, por ejemplo, hay empresas en que a los clientes siempre se les habla de usted, en otras empresas hay más libertad, por eso es muy importante la inducción al puesto a los nuevos integrantes y también a los que han tenido alguna promoción y son nuevos en esa actividad, quién es su jefe directo, es decir a quién reportará actividades y resultados, y esta persona le retroalimentará acerca de esos resultados y dirigirá las acciones para formar un gran equipo, además de eso, con quién validar si hay algún conflicto que se deba escalar, inclusive si el conflicto es intraindividual, es decir, que el conflicto es consigo mismo.
