En la tradición popular, se cree que estos pequeños ángeles llegan primero al mundo de los muertos, siendo recibidos con júbilo y preparando el camino para los adultos que les seguirán posteriormente.
Redacción | ADN Informativo
Culiacán, Sinaloa. – En la tradición mexicana del Día de Muertos, existe una celebración especialmente conmovedora conocida como el Día de los Angelitos, una fecha dedicada a honrar la memoria de los niños que fallecieron antes de cumplir los 12 años.
El 1 de noviembre, desde las primeras horas de la madrugada, los altares se visten de blanco y color pastel, con juguetes, dulces y objetos que recuerdan la inocencia de la niñez. «Es un momento de profunda reflexión y amor», menciona la antropóloga cultural Sofía Ramírez, «donde las familias recuerdan a sus pequeños con una mezcla de dolor y celebración».
Los altares para los angelitos se caracterizan por su delicadeza. Muñecos, pelotas, caramelos y juguetes pequeños se combinan con veladoras blancas y flores delicadas. El color blanco predomina, simbolizando la pureza e inocencia de los niños.
En la tradición popular, se cree que estos pequeños ángeles llegan primero al mundo de los muertos, siendo recibidos con júbilo y preparando el camino para los adultos que les seguirán posteriormente.
«Cada objeto tiene un significado», explica don Javier Méndez, un artesano tradicional. «Los juguetes no son solo recuerdos, son un puente de amor entre el mundo terrenal y el espiritual».
Las familias preparan alimentos especiales: pan más pequeño, dulces típicos y bebidas suaves, reconociendo que se trata de ofrendas para almas infantiles.
Esta tradición, que combina elementos prehispánicos y católicos, reafirma el profundo respeto mexicano por la vida, la muerte y la memoria familiar, transformando el dolor en una celebración de amor y recuerdo.
El Día de los Angelitos recuerda que en la cultura mexicana, la muerte no es el final, sino otro camino donde la memoria y el amor continúan.
