Dirigentes pesqueros de Sinaloa coinciden que el sector social está prácticamente olvidado por las autoridades federales, lo que genera desaliento entre los integrantes de cooperativas pesqueras, debido que a pesar de las múltiples demandas realizadas para que los apoyos de distintos programas dirigidos a ese sector lleguen a tiempo, esto no sucede.
Y es que al empatarse las vedas de 4 de las principales pesquerías comerciales, se disminuyen las oportunidades a los pescadores de llevar el sustento a sus familias.
Armando Castro Real, Presidente de la Federación Nacional de Cooperativa Pesquera (Conacoop), manifestó que a pesar de que se cuida en época de veda las especies en reproducción, siguen estando bajos los volúmenes de capturas, tal es el caso de jaibón, jaiba y tiburón.
El dirigente nacional pesquero dijo que en el caso de las capturas de tiburón es muy costoso equipar una panga, ya que se requieren más de cien mil pesos para arrancar actividades, por lo cual es un número reducido de pescadores que realizan capturas del escualo.
Lamento también el alza de los costos de combustibles por lo que ve pulverizado el subsidio a la gasolina ribereña, ya que un motor marino fuera de borda tiene rendimientos entre uno y dos km/litro, lo qe eleva los costos de operación.
Por su parte Guadalupe Pacheco Serrano Presidente de Sociedades Cooperativas Pesqueras de Altata y Ensenada el Pabellon, Navolato, confirma que ya no aguantan la crisis en los campos pesqueros, tenían la esperanza que con el levantamiento de las vedas de jaiba y tiburón, serian un aliciente para los pescadores.
Ante la falta de oportunidades laborales alternas, y la ausencia de programas sociales en esas zonas costeras, les es difícil llevar el sustento familiar, subrayó el directivo local.
Ambos dirigentes pesqueros pidieron a las autoridades federales aplicarse, y acelerar el proceso de entrega de las pangas, motores marinos, apoyos para artes de pesca, y la impartición del curso de capacitación que exigen las reglas de operación del Propesca, para que los beneficiarios precalificados accedan a los siete mil pesos del apoyo, así como los empleos temporales para matizar la baja calidad de vida de las familias de ribereños.
Julio César Caro
