La casa de gobierno no se debe de vender, porque es un icono y un inmueble histórico de Sinaloa, expresaron los culiacanenses.
En tono de molestia los ciudadanos externaron que tanto el gobernador Quirino Ordaz Coppel como los diputados deben reconsiderar la propuesta de subastar, pues esta casa forma parte de la historia de Sinaloa, por lo que al igual que estructuras como el Puente Negro, debe de conservarse como un patrimonio de la ciudad y del estado.
Entre la propuestas que dieron para darle uso a ese inmueble, que ha permanecido abandonado por más de seis años, está el destinarlo para museo o bien habilitarlo para la operación de alguna de las dependencias gubernamentales.
En caso de que se concrete la venta de la casa de gobierno, los culiacanenses demandaron que el dinero sea destinado para los más pobres y para la mejorar las calles de Culiacán. Incluso, hubo quienes pidieron que una parte de los que se obtenga se les entregue a las familias damnificadas de Oaxaca y Chiapas.
La decisión sobre el futuro de esta vivienda que ha permanecido como propiedad del Estado de Sinaloa sigue en las manos de los diputados locales, quienes ya dieron primera lectura a la petición de permiso que hizo el Ejecutivo para someterla a subasta.
Con información de Cristina Medina
