La alegría de la Navidad
CULIACÁN.- La fuente más común, más profunda y más grande de la alegría es el amor. La navidad, es decir tener presente el nacimiento del niño Dios en Belén es causa de la verdadera alegría.
Empecemos por diferenciar tres aspectos lo que llamamos comúnmente alegría:
1.- Ponerse alegre.- Se trata de una alegría circunstancial, producida por las bebidas alcohólicas o de algunas otras sustancias que provocan desinhibiciones, pérdida del autocontrol. Que de momento provoca alucinaciones y que por algún tiempo te evade de la realidad y “te pone feliz”.
2.- Estar alegre es la expresión que se usa para referirse a una situación de alegría transitoria. Es la alegría-sentimiento producida cuando entramos en contacto con un bien deseado.
Normalmente aquello que nos hace «estar» alegres o «ponernos» alegres, pero las causas de «estar» suelen ser provocadas por algo que es exterior a la persona.
Por ejemplo en el deporte ganó nuestro equipo favorito y eso nos causó mucha alegría, incluso euforia. Pero al poco tiempo ya pasó esa alegría.
Alegría cuando llegan nuestros nietos a la casa…y posteriormente la alegría cuando se van.
Alegría cuando ganamos un premio y al tiempo ya pasó esa emoción, solo quedó el recuerdo.
Ser alegre, en cambio, es otra cosa. «Ser» alegre hace referencia a un modo estable de vivir y de mostrarse ante los demás. La alegría proviene del espíritu y la fortaleza con que encaramos la vida. Es decir del sentido con el que vivimos nuestra vida.
«Ser» alegre es algo permanente y supone un nivel aún más profundo que «estar» alegre.
Alegría es sinónimo de dicha, gozo, júbilo y paz interior.
La fuente más profunda de la alegría es el amor que genera paz interior, dicha, gozo, júbilo, esperanza.
El saberse hijo de Dios, amado por Dios, Quien nos sacó de la nada y se nos presenta como un niño a nuestro alcance.
En el portal de Belén esta el ejemplo del amor que produce la más profunda alegría revisemos los mejores regalos de navidad que producirán la alegría más genuina:
Averigua cómo y en qué puedes concretar tu espíritu de servicio en tu casa y en tu trabajo profesional
Revisa el trato oportuno y amable con su cónyuge, tus hijos, tus padres, tu familia
Examina primero en el seno de tu familia y luego en tu entorno si tienes algo por lo cual tienes que pedir perdón o perdonar. Adelante, no te detengas. Quita el rencor, la discordia, la envidia y todo aquello que te separa de tu familia.
Tienes familiares enfermos o abandonados a los que nadie visita. Este es el tiempo para que te acerques a ellos.
Si gracias a Dios tienes la oportunidad de vestirte con dignidad y de alimentarte bien, piensa en los que no tienen esa oportunidad y en este tiempo puedes asistir tu con tu familia o amigos a alguna labor o centro asistencial llevando despensas o ropa que beneficien a algunas de las familias más necesitadas. Hay instituciones como Cáritas o la casa del migrante en las que tu ayuda sería muy bien recibida.
También podrías visitar con tu familia y con un grupo de familias a los asilos de ancianos donde se necesita del calor humano que alivie en algo la cruel indiferencia y abandono de sus familia.
Estos ejemplos son sin duda la mejor causa de la verdadera alegría.
FELIZ NAVIDAD