Los jóvenes que cumplen con una sentencia mínima de seis meses en el Centro de Internamiento Para Adolescentes (CIPA) si alcanzan una verdadera reinserción social.
Sergio Octavio Núñez Madrigal, director del CIPA, explica que desde los tres meses se empieza a trabajar con ellos y se les imponen diversas actividades para lograr el objetivo.
El encargado de dicho centro aseguró que independientemente del tiempo de la sentencia integran al joven a un programa personalizado adecuado en el que se prioriza la educación.
“Primero que nada cuando se valora al muchacho sabemos en qué actividades lo podemos integrar pero para nosotros lo primero es la primaria, secundaria y preparatoria, los talleres de capacitación y posterior a ello ya las actividades físicas como ejercicio, torneos”.
Núñez Madrigal destacó que independientemente si los jóvenes provienen de una familia disfuncional o no, se trabaja con ellos y sus familias para lograr la unión familiar.
Geovanny Elizalde
