CULIACÁN. – Su pelaje hipnotiza. Los tonos negros y amarillos se combinan con la profundidad de su mirada. Es el jaguar, un felino que a la fecha es reconocido, no solo por ser nombrado como Dios por los olmecas, sino por la importancia que tiene para la cultura mexicana y el desarrollo del ecosistema.
Sinaloa, a decir de la bióloga e investigadora, Yamel Rubio Rocha, es privilegiado al tener esta especie a lo largo de su territorio, desde la costa hasta la sierra, y principalmente en el municipio de San Ignacio, donde los esfuerzos se han sumado para mantener a esta especie milenaria, para evitar que se extinga; que su majestuosidad desaparezca.
Se estima que en ese municipio hay entre cuatro y seis ejemplares por cada cien metros cuadrados, con lo que este felino es parte de Sinaloa, parte de la cultura de la zona. Incluso, en un elemento importante para el desarrollo ecológico, económico, social y cultural, muestra de ello es el museo que se ha construido en la comunidad de Cabazán, el cual es único en su tipo.
“El jaguar se ha convertido en un ícono de San Ignacio; una especie, un emblema que las comunidades de San Ignacio, Cabazán, el Carmen, San Juan, San Javier, la están retomando, se sienten orgullosos de tener el jaguar; es una imagen que está dando identidad y orgullo, y claro al jaguar lo compartimos desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Somos afortunados en Sinaloa de tener al jaguar”.
Al ser el jaguar un animal en peligro de extinción y por su importancia, la Universidad Autónoma de Sinaloa, Autónoma Metropolitana y la Autónoma Nacional de México, y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conap), han sumado esfuerzos para protegerlo. Para fomentar su conservación y que sea concebido como un embajador y pieza clave para la protección de otros cinco felinos: puma, ocelote, tigrillo, onza y gato montés.
“Tener al jaguar es tener un ambiente en equilibrio y tener servicios ambientales, es por eso la importancia de conservar al mayor depredador de América, y los esfuerzos que estamos haciendo van encaminados hacia el jaguar; el jaguar es una especie sombrilla, que si la protegemos también vamos a proteger al resto de los felinos, al resto de las especies”.
Pese a la importancia que ha retomado y de los esfuerzos que se han hecho, la lucha por mantener esta especie sigue. Los principales enemigos son los cazadores furtivos, el mito de que es un animal que ataca al ganado y la deforestación desmedida.
“Es una especie evasiva, no quiere trato con los humanos. Él huye, no es una especie que esté a la espera de atacar, no, es muy evasiva, por eso ha permanecido aún ante la presión de la destrucción del hábitat y de la caza furtiva. Él busca los lugares más recónditos”.
Tras cientos de años, el jaguar se ha conseguido sobrevivir. Ahora, son más quienes se suman a esa intención, a conservarlo para que las próximas generaciones lo conozcan e hipnotice con su belleza.
“Es muy atrayente. Es un símbolo muy poderoso para la conservación; si el jaguar se nos va vamos a perder muchas posibilidades de desarrollo, de bienestar humano; hay que pensar en los demás, es el momento”.
