Estimulación de lluvias no es la solución para combatir estiaje
Se debe cuidar el agua en uso agrícola, mejorar y dar mantenimiento a red de drenes y canales, así como evitar el robo de vital líquido: investigador de la UAS
CULIACÁN.- El investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), pone en tela de duda que el programa de estimulación de lluvias sea la solución para mejorar los niveles de almacenamiento de las presas, propone que se realice buen uso de agua en la agricultura, modernizar la infraestructura hidroagrícola que tienen más de 50 años sin un mantenimiento permanente.
César Enrique Romero Higareda, investigador de la Facultad de Biología de la UAS, señaló que el robo de agua se registra por que no está regulado su manejo y no hay forma de impedir ese tipo de saqueo del recurso natural en el desempeño agrícola del estado.
“El problema reside en el uso que se le da al agua, la cultura no se ha despojado la cultura del desperdicio del agua en la agricultura aquí en Sinaloa, se desperdicia una gran cantidad de agua, encima de eso la infraestructura de riego ya tiene en unos casos más de 50-60 años, hay muchas filtraciones, muchas pérdidas de agua, ahora se viene encima el robo de agua ya se por pipas, la gente directamente mete al canal de riego y se la lleva”.
En boletín de prensa, afirma el especialista que en lo que a captación de agua se refiere, en Sinaloa se vienen manejando niveles constantes durante periodos largos de tiempo, por lo que reveló que el problema radica en que cada vez hay más personas y son más las tierras que se siembran, por consiguiente, la necesidad de este importante elemento es mayor.
En cuanto a las repercusiones negativas que la estimulación de lluvias pueda tener en el medio ambiente, Romero Higareda resaltó que solo se trata de un procedimiento donde se siembra moléculas de yoduro de plata en las nubes y estas aglutinan las moléculas de agua y las hace más pesadas y finalmente se precipitan, por lo que no existe un riesgo.
Explicó que estas técnicas de motivación de lluvia se utilizan en muchos países del mundo, principalmente en naciones donde la actividad primaria es la agricultura, pero se ha tenido más éxito en regiones mucho más áridas que las de Sinaloa.
