El grupo terrorista Estado Islámico asumió ante la autoría del atentado de Manchester al afirmar que un soldado colocó bombas en varias concentraciones en la ciudad británica.
EI militar indicó que detonó los paquetes colocados en el Manchester Arena, donde murieron 22 personas, entre ellos varios niños, y otras 59 resultaron heridas.
El grupo yihadista afirmó que el ataque es una “venganza de la religión de Dios”. La nota cifró en 30 los muertos y en 70 los heridos, y amenazó con que “lo que viene va a ser más fuerte, más intenso, contra los adoradores de la cruz y sus aliados”.
El atentado fue poco después de las 21.35 GMT al término de un concierto de la cantante estadunidense Ariana Grande, fuera del recinto del estadio, cuando la gente estaba abandonando el lugar.
Con información de El Sol de México
