Las escuelas de Sinaloa, además de ser instituciones formadoras también se han convertido en clientes frecuentes de los amantes de lo ajeno y vándalos. Muestra de lo anterior son los planteles Atilano Bon Bustamente y Manuel Ávila Camacho o “Tipo”, los cuales al menos en lo que va de este año han sido víctimas de más de cinco atracos.
De acuerdo a los testimonios de algunos directivos de diversos planteles de Culiacán, una de las razones por la que se dan los robos o hechos de vandalismo es la falta de vigilancia constante, sobre todo por las noches y los fines de semana, situación que podría solucionarse con la contratación de un velador. Sin embargo, hasta el momento esta figura sólo está contemplada a nivel estatal, lo que deja fuera a buena parte de los centros educativos establecidos.
Pese a lo anterior, el subsecretario de Educación Básica en Sinaloa, Pedro Torres Félix, indicó que no todo está perdido, pues con los cambios que se hicieron como parte de la reforma educativa que entró en vigor en septiembre de 2013, cada plantel está en condiciones de hacer los ajustes que necesite, incluso la contratación de un velador o cualquier otro personal que requiera.
“En la nueva estructura ocupacional para las escuelas derivado de la reforma vamos a tener una nueva estructura ocupacional; qué se ocupa en las escuelas, se ocupan intendentes, veladores, secretarias, apoyos administrativos, directores, subdirectores; ya vamos a contemplar una plaza para velador”.
Aunque constantemente las denuncias públicas sobre robos a escuelas primarias son frecuentes, en el Programa Nacional de Convivencia Escolar, antes Escuela Segura, apenas tiene reportados 96 casos, estos corresponden al periodo 2012-2016, siendo los municipios de Ahome, Culiacán, Salvador Alvarado, Guasave, Mazatlán y Navolato lo que tienen mayor incidencia.
Isalia Ochoa Sillas, encargada de este programa, mencionó que el número de robos es mayor, pero que estos no son reportados ante la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC), ya que los afectados prefieren poner directamente la denuncia ante el Ministerio Público.
“Cuando es la primera vez buscan el apoyo, cuando es muy reiterado es un trámite más; entonces ellos ya saben, tienen conocimiento sobre qué hacer. Los directores son autónomos, ellos pueden gestionar, nosotros el apoyo que le hemos brindado es para que hagan las cosas legalmente y que ellos se protejan”.
La funcionaria indicó que el trabajo de les toca hacer es sólo de asesoría legal, así como la gestión para que los elementos de la policía hagan recorridos. Precisó que en el caso del Programa Nacional de Convivencia Escolar no están obligados a actuar o intervenir en la contratación de seguridad, ya que su función está enfocada en mejorar la relación entre padres, alumnos y maestros.
De acuerdo a los reportes las últimas escuelas que fueron víctimas de los ladrones son el preescolar María Cristina Lund Gómez, de Mazatlán y la primaria Magisterio Nacional, de Culiacán.
Cristina Medina
