En el rostro de Don José Guzmán aún se percibe la angustia. Con voz entrecortada cuenta que luego estar preso en Estados Unidos a la espera de que el departamento de migración tomara una decisión sobre su destino, él pedía que lo regresaran a México para volver a empezar en el hogar que abandonó hace 25 años para perseguir el sueño americano.
Antes que lo agarrara la ‘migra’, en el estado de California, Don José se dedicaba a lavar tráileres. Su pago por jornada era de 80 dólares. Con esto conseguía vivir junto con dos de sus hijos que lo siguieron en esa aventura, misma que continuará de este lado y sin nada de lo que había conseguido por sus años de trabajo.
Hoy el nombre de Don José Guzmán aparece en la lista de los 110 deportados sinaloenses que recibirán un apoyo de 30 mil pesos para iniciar su propio negocio y obtener el sustento para su familia.
Con información de Cristina Medina
