Equipo del INAH recupera restos óseos en zona de Zacatenco
Un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha trabajado los últimos seis meses en la recuperación de esqueletos de habitantes enterrados hace más de dos mil 500 años en un predio a las faldas del Cerro Zacatenco, en la Ciudad de México.
Los especialistas del INAH recuperaron 145 esqueletos, pertenecientes a recién nacidos, niños de tres a 10 años, jóvenes y adultos; hombres y mujeres que poblaron una de las primeras aldeas de la Cuenca de México.
En un comunicado difundido por el INAH, la arqueóloga Estibaliz Aguayo Ortiz, coordinadora del proyecto de salvamento, comentó que se trata de la zona de enterramiento de la antigua aldea de Zacatenco, la cual fue habitada hacia el periodo Preclásico Medio, entre 800 y 500 a.C.
La exploración resulta una oportunidad importante para los siete arqueólogos y tres antropólogas físicas que trabajan en la investigación, porque desde hace más de 50 años no se había localizado uno similar.
Esto es con una muestra poblacional considerable: 60 adultos, 40 infantes y el resto neonatos y subadultos, que ayudarán a conocer las condiciones de vida de los habitantes del norte de la Cuenca de México, hace más de dos mil 500 años, de acuerdo con la experta.
«Si consideramos que una aldea del Preclásico Medio contaba con una población de entre cinco y seis mil habitantes, sin duda tenemos una muestra representativa con estos 145 individuos que hemos localizado, a los que se suman cuantiosos artefactos dispuestos como ofrenda», indicó.
La arqueóloga de la DSA también mencionó la posibilidad de reconstruir el límite norte del Lago de México, a través de la estratigrafía y la ocupación del sitio. Recordó que «estudios similares se hicieron para los sitios de Tlatilco y Tlapacoya, que son del periodo Preclásico Temprano y Tardío, respectivamente, eso fue en los 60 y ahora tenemos la ventaja en Zacatenco de trabajar con una población amplia.
Los estudios posteriores, agregó, pueden llevar a inferir múltiples aspectos como quiénes eran los pobladores más tempranos de Zacatenco, su procedencia, sus patologías, su filiación genética, e incluso se podrá obtener un fechamiento más preciso.
De igual forma, se llevan a cabo investigaciones en torno a las materias primas de los objetos asociados a los entierros, entre los que se encuentran; conchas y huesos de animales trabajados, obsidiana gris, entre otros brindarán información acerca de las redes de intercambio con otras zonas geográficas.
Con información de 20minutos.com.mx