¡Enhorabuena! Ya apareció María Olguín
Culiacán, Sinaloa.- La noche de el día de ayer fue localizada María Olguín, una mujer de origen tarahumara que había desaparecido desde hace casi tres meses.
Una fuente de la Procuraduría mencionó que el hallazgo se llevó a cabo en el poblado de Agua Zarca en Sanalona.
Se mencionó que padecía de encefalopatía, pues se mostraba desorientada y desnutrida. Debido a esto, actualmente se encuentra siendo atendida en el Hospital General de la ciudad.
Desaparición
María no andaba por la calle cuando desapareció, no, estaba en el interior de un hospital del gobierno. No estaba en la Catedral ni estaba caminando por ningún bulevar. La buscaron en hospitales y hasta en el Semefo, ha sido bueno no encontrarla ahí, dice Rubio López.
Ella desapareció desde septiembre de este año.
Los rezagos que envuelven a los pueblos de la sierra la convirtieron en una víctima más de la falta de educación, de servicios, de atención a su salud. María no sabe como otras mujeres la importancia de autoexplorarse para evitar un cáncer de mama o los estudios que debe practicarse para evitar el cáncer cérvico-uterino.
Tampoco sabía que a sus nueve hijos los tenía que vacunar para que no enfermaran. Cuando quiere mencionar la edad de sus hijos Fortino dice que el más grande tiene como 14 y los otros como 12 y 13, el más chiquito tiene 2 años, ese que tenía mucha gripa y tos y la llevó a permanecer en el hospital donde desapareció.
María no sabe leer ni escribir, relata Fortino, y habla muy poco el español, habla más la lengua que ellos denominan tarámaris, muy distinto al rarámuri que hablan en Chihuahua.
A los nueve hijos de María los cuidan él y Cuca, la madre de María. Ella también ha sido afectada por la ausencia y no pierde la esperanza de algún día verla desde lejos llegar por el camino pedregoso y lleno de pinos que conduce a Cuitaboca.
Ausencia que duele
Los niños saben que no está mamá en casa, a veces preguntan cuándo va a regresar, el consuelo lo encuentran en su papá y en nana Cuca. El más chiquito es el que más le llora. Sus nombres son Hernán, Valentín, Herminia, Martina, Ayosela, Casiano, Leonel y Angelito es el más pequeño. María los tuvo a todos con la ayuda de una partera, pues en donde habitan no había servicios de salud.
María es muy seria, no platica con los chabochis, así describen a los blancos en su pueblo.
Cada tantos días baja de la sierra para contactar al Profe Román en Sinaloa de Leyva y dirigirse a Culiacán para ver si hay una noticia.
Todos en Cuitaboca la siguen esperando, sus hermanos de sangre y de etnia no pierden la esperanza de volverla a ver. “Que me ayuden si la ven y el gobierno pedir que la busquen”, expresa Fortino con voz tímida.
Ambos nacieron en Cañada Verde y desde chicos supieron que estaban destinados a trabajar para sobrevivir, a casarse y tener hijos. No ven como una necesidad tener que registrarlos y hace apenas unos años decidieron unirse a la lucha junto con sus hermanos para exigir que el gobierno les destine recursos.
Don Saturnino Algándar García, comisario de Cuitaboca, también señala que es mucha la preocupación, que María no debió desaparecer.
“Nos hemos llevado muy preocupados, no sabemos dónde está ella y ojalá que esté por ahí”, señala el comisario de Cuitaboca.
Con información de www.debate.com.mx