En un proceso de duelo siempre hay que dar atención a niños

CULIACÁN.- Cuando no se tienen los recursos necesarios para afrontar una pérdida y se entra en lo que se conoce como duelo complicado, se necesita una atención psicológica especializada. Los factores que predisponen el duelo complicado son, entre otras cosas, la relación con el fallecido, la edad de los sobrevivientes, las circunstancias de la muerte, los problemas de salud física, duelos anteriores, falta de apoyo social o familiar y problemas económicos, indicó la directora de la IAP Déjalos Ir con Amor, Verónica de León

Indicó que en el caso de duelo de niños y adolescentes, que pierden a uno de sus padres o a ambos, dependerá de la forma en que se aborda y de otros factores como la edad, la educación, aspectos económicos y creencias religiosas. Los niños entre tres y cuatro años tienen una idea sobre el significado de la muerte y no lo consideran como algo definitivo. Suelen confundirla con el dormir. Entre los cuatro y los siete años, la muerte sigue siendo un hecho temporal para ellos y pueden tener sentimientos mágicos.

“Entre los cinco y los 10 años la muerte será final e irreversible. En muchos niños, antes de los 10 años, la muerte se consideraría el cese definitivo de todas las funciones biológicas. En estas edades, no se llegan a entender los componentes básicos de la muerte, que es para todos y nadie escapa de morir”, comentó.

En torno a la muerte, puede haber confusión, preguntas reiteradas por el fallecido, dependiendo de la edad y la información que hayan recibido, piden saber dónde está y cuándo volverá. Agregó que hay tres preguntas frecuentes en el duelo infantil: ¿causé yo la muerte?; ¿me va a pasar esto a mí?; ¿quién me va a cuidar?; pueden tener miedos nocturnos, hacer rabietas, dejar de comer, pueden aislarse de los demás, tener llantos sin causa aparente, orinarse en la cama, bajo rendimiento escolar y pueden presentar atención dispersa.

“El duelo tiene diversos significados, como dolor, aflicción o sentimiento. Es el conjunto de fenómenos que los seres humanos manifestamos en los ámbitos psicológico, biológico y social ante una pérdida significativa. El duelo consiste en un proceso adaptativo, se trata de uno de los acontecimientos más estresantes en la vida de una persona y cada individuo necesita un tiempo variable de recuperación”, dijo.

Por ello, recomendó algunas pautas para su atención, como decirles lo que está pasando, hablarles con honestidad, acompañarlos a dormir, despejar sus dudas, permitirles que expresen sus sentimientos, ser afectivos con ellos, considerar su opinión, si participarán en la ceremonia funeraria estar pendientes de los cambios en sus conductas. En los procesos de duelo nunca hay que olvidar la oportuna atención de los niños.

Con información de José Luis Pérez