Como cada año, la sección de los angelitos del Panteón Civil luce muy colorida con globos, flores, carritos, muñecas, pelotas y dulces.
Alrededor de las tumbas, los familiares recuerdan con cariño a sus seres queridos que cuando eran bebés o niños, partieron a un lugar mejor, según nuestras creencias.
En contraste, hay muchas tumbas abandonadas por años que nadie las visitan, donde pequeños descansan por la eternidad, vacías del amor que seguramente en vida tuvieron, pero que al pasar las décadas se quedaron en el olvido.
Con información de Liliana Rodríguez