Mediante un convenio, nuestro país busca frenar el tráfico ilegal de los bienes patrimoniales que forman parte del legado histórico nacional.
México es uno de los países preferidos por los traficantes de bienes culturales debido a la amplia variedad de objetos con un alto valor histórico que existen en él.
Además de México, Armenia, Chipre, Grecia, Portugal y San Marino se unieron a esta iniciativa cuyo objetivo principal es evitar los vacíos legales existentes en diversos países y que impiden la recuperación de las piezas robadas por parte de las naciones a las que pertenecen.
En el caso de Europa, dicha iniciativa surgió debido al daño y al tráfico ilegal de antigüedades generado por los grupos terroristas, principalmente el Estado Islámico, cuyas ganancias en el mercado negro llegan a ser cercanas a los 150 millones de dólares.
