La pérdida de empleo en los campos agrícolas pudiera ser un riesgo social por la incertidumbre que priva la guerra comercial del tomate con Estados Unidos, manifestó Enrique Rodarte Espinoza de los Monteros.
El dirigente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), expresó que para enfrentar los aranceles del 17.5 por ciento dependerá de cada empresa agrícola de la capacidad económica para depositar las fianzas para poder seguir exportando.
“Pero deben de tener una capacidad económica, inclusive los que la tienen, tienen un límite, entonces esto genera una incertidumbre, la incertidumbre reduce la intensión de siembra ahorita los agricultores están viendo que tanto van a reducir la siembra de tomate en particular para el próximo ciclo, en la medida que se reduzca la siembra del tomate, se va a reducir la mano de obra “.
El dirigente agrícola dijo que se tiene que ser precavidos en qué tipo de cultivos de hortalizas se establecerán, para evitar una sobreproducción y por consiguiente caída de precios en los mercados.
“Hay que ver si la van a sustituir por otro cultivo que sea altamente demandante de mano de obra, como puede ser el chile o el pepino, si esto es así, se va a incrementar la superficie de chile o pepino, y también va a generar un problema en estos otros cultivos por exceso de volumen”.
Expresó que lo ideal es que se alcance un acuerdo comercial, para la definición de las intenciones de siembra del próximo ciclo agrícola otoño-invierno.
Cabe mencionar que, durante el 2018, Sinaloa exportó casi 410 millones de dólares en producción de tomate, generando una mano de obra en los campos de alrededor de 60 mil trabajadores.