Es muy común que en el centro de la ciudad los negocios saquen sus bocinas y pongan la música lo más alto posible para promocionar algún artículo o atraer a la clientela, sin embargo, esta práctica es nociva porque además de generar una contaminación ambiental, afecta la audición al igual que ir al interior de un camión urbano, que a pesar de la prohibición continúan con la música a todo volumen.
El audiólogo foniatra, Rubén Reynaga Iñiguez, manifestó que las personas más afectadas son aquéllas que están expuestas de manera constante a estos ruidos y los primeros síntomas son zumbidos aislados en un oído, en los dos o de manera bilateral, posteriormente el deterioro auditivo.
“Nos regresamos a la agresión o daño de los sonidos o ruidos fuertes en los oídos, una persona que este expuesta a más de 80 decibeles de sonido ambiental más de 8 horas al día, ténganlo por seguro que les va a provocar un daño irrevocable”.
No solo la música a volumen alto que ponen en los negocios afectan al aparato auditivo, actualmente se vive en un mundo de ruidos, un ejemplo es el tráfico vehicular que en este mes de diciembre se agudiza, el claxon de los autos, los motores de los camiones urbanos, las maquinarias de construcciones entre otros ejemplos.
Con información de Liliana Rodríguez
