SINALOA
El piropo, una forma de agresión «normalizada»
A las mujeres les resulta repulsivo cuando les gritan obscenidades
Al comenzar el día y salir de casa, lo único que las mujeres tienen seguro es que a unos metros de su hogar los chiflidos y cumplidos no faltarán, sonidos de besos están a la orden del día.
Lo que jóvenes y adultas experimentan al pasar por lugares donde un grupo de hombres les digan obscenidades es un tipo de violencia que han adoptado como algo normal.
En ocasiones las llena de impotencia no poder responder a los “piropos” por miedo a ser agredidas físicamente, por lo que se quedan calladas e ignoran lo que les sucedió.
“Me ha pasado que me dicen cosas sucias pero a veces son menos vulgares, me molestan porque ellos han de pensar que te sientes halagada, cuando realmente es repulsivo. Te hacen un comentario para que los notes pero te están denigrando, yo trato de ignorarlos casi siempre pero a veces volteo y les hecho una mirada fea para que al menos noten que no me gusta, si de lejos miras a un grupo de hombres, tratas de sacarle la vuelta de alguna forma para no pasar por ahí».
Siendo una situación que enfrentan con frecuencia, algunas se han hecho a la idea de que solo son palabrerías, otras consideran que de un cumplido puede pasar al contacto físico, lo que pone en riesgo su integridad.
La situación ha llegado a tal grado que han optado por salir a las calles con una apariencia diferente, para evitar hacerse notar ante los hombres, aunque no es la solución para que no exista el acoso, prefieren hasta caminar encorvadas para lucir lo menos atractivas ante los ojos de los agresores.
“Vas a tu escuela o a tu trabajo y de repente escuchas que te dicen cosas, a veces no es tanto lo corto de tu atuendo, las personas ya están dañadas, si llega un punto en el que te sientes incomoda y evitas no pasar por ahí, también intentas no vestirte de forma provocativa con algo corto o un escote y hasta evitas sonreír porque muchas veces al mirar a una persona le sonríes como una forma de saludar pero ellos lo interpretan de tal forma que comienzan a acosarte, en cierta manera si te quedas con el miedo”.
La sonrisa, la ropa y la postura no son motivos para que exista, por años se ha justificado que si una mujer vive esta situación es meramente porque ella lo buscó y no porque la sociedad esté haciendo algo mal.
Con información de Heidi Fonseca