EL MUNDO

El Papa Francisco se abstiene de opinar sobre la victoria de Trump

CIUDAD DEL VATICANO. (OEM-Informex).- El papa Francisco no se pronuncia. Por el momento prefiere  abstenerse de opinar públicamente sobre la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos. Para hacerlo, espera constatar si el comportamiento del recién elegido “no se olvida de los pobres”. Lo dijo el mismo jefe de la Iglesia católica en una entrevista, publicada ayer, al cotidiano romano “La Repubblica”.

No es un secreto recordar que entre Bergoglio y quien el próximo 20 de enero se convertirá oficialmente en el 45º Presidente de Estados Unidos, la relación  no es precisamente la de dos buenos aliados, al contrario. Al menos basándose en las (únicas) declaraciones de uno y otro durante la campaña electoral en el vecino del norte, que fueron, por lo menos, bastante ácidas.

En el vuelo de regreso de su viaje a México, en febrero pasado, el Pontífice argentino, aludiendo al proyecto de Trump de construir un muro en la frontera con nuestro país, dijo que quien actúa de esa manera “no es un buen cristiano”. Palabras durísimas y una pública intromisión en plena campaña electoral de un país, en este caso la potencia mundial número uno del planeta. Trump, después de definir “vergonzoso” el comportamiento del papa Francisco y de acusarlo de ser “un instrumento del Gobierno mexicano”, prefirió, por prudencia politicodiplomática, ablandar el tono de sus declaraciones, llegando inclusive a definir a Francisco “un personaje maravilloso…”.

En la entrevista dada a “La Repubblica”, Francisco no quiso desbalancearse tras la elección de Trump, precisando que “yo no hago juicios sobre las personas y los políticos”… “Solo quiero entender –subrayó- cuáles son los sufrimientos que su manera de proceder causa a los pobres y los excluidos”.

Bergoglio no podía dejar de recordar que su principal preocupación es el drama de los refugiados y los migrantes, reiterando la necesidad “de derribar los muros que dividen”, y al mismo tiempo “tratar de extender y aumentar el bienestar, para lo cual es necesario no solo abatir todos los muros, sino construir puentes que disminuyan las desigualdades”.

La “neutralidad” de Francisco, y por lo tanto la “conveniencia” de “esperar” a ver si las controvertidas y polémicas promesas de Donald Trump durante la campaña electoral se convierten en hechos concretos, ya fueron planteadas el miércoles pasado con las declaraciones del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin.

El “número dos” del Vaticano (el cargo de secretario de Estado equivale en este caso al de un jefe de Gobierno) felicitó “el nuevo Presidente”, auspiciando que “su Gobierno pueda ser en verdad fructífero”, asegurando –agregó- “nuestra oración para que el Señor lo sostenga al servicio de su patria y lo ilumine también al servicio del bienestar y de la paz en el mundo”.

El cardenal Parolin exhortó al mismo tiempo al nuevo Presidente estadunidense a “colaborar juntos para cambiar la actual situación mundial, caracterizada por graves laceraciones y conflictos”.

EXULTAN POR LA VICTORIA DE TRUMP

Por otra parte, cabe reiterar que, en general, el Vaticano, con Francisco en primera línea, hubiera preferido, aun sin dar saltos de alegría, la victoria de Hillary Clinton, es decir, el “mal menor”.

Donald Trump era considerado el “peor de los males”, por varios motivos: su machismo agresivo, que se agregaba a las amenazas del muro en la frontera con  México, así como impedir el ingreso de los islámicos, considerándolos terroristas, en Estados Unidos.

En cambio, el resultado de las elecciones induce a una actitud más prudente, y representa al mismo tiempo una dolorosa derrota para la Santa Sede, no solo desde el punto de vista político sino sobre todo cultural. Y al mismo tiempo da fuerza a los purpurados conservadores.

La “cultura de los muros” y la “islamofobia”, como escribió ayer el “politólogo” del “Corriere della Sera”, Massimo Franco, “amenazan con legitimar a todos los políticos populistas en particular en  Europa, y sobre todo con influenciar a los ambientes católicos más conservadores, que no están de acuerdo con la línea del papa Francisco, de apertura a los migrantes, hacia los divorciados y, relativamente, hacia los homosexuales”. Una situación que confirma las fuertes divisiones dentro y fuera del Vaticano acerca de las “aperturas” de Pontífice argentino.

El analista precisó que la victoria de Trump “ha favorecido a los sectores más tradicionalistas de la Iglesia, apoyados por potentes organizaciones católicas como los ‘Caballeros de Colón’, por ser contrarios al aborto y a las uniones homosexuales”. En otras palabras, dentro del mismo Estado pontificio existiría un “partido” “pro-Donald Trump” y por lo tanto, “anti-Francisco”.

Con información de www.elsoldemexico.com.mx

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios