El papa Francisco se reunió en el Vaticano con un grupo de 400 niños procedentes de localidades del centro de Italia, las cuales se han visto golpeadas en los últimos meses por fuertes sismos.
Los infantes dialogaron sobre las dificultades que han enfrentado al tener que dejar sus casas y escuelas para trasladarse de forma provisional a las estructuras que les ha proporcionado el Gobierno hasta que complete la reedificación de sus localidades, sacudidas por los terremotos
