El hecho histórico Guadalupano
CULIACÁN.- Mientras que una novela, un cuento o fantasía no requieren precisar ni probar el lugar donde pasa lo que estan contando, ni la fecha y como fantasía estan fuera de la realidad.
En cambio la Historia, como una ciencia que es requiere precisar:
- A) Un tiempo concreto cuando ocurre lo que esta narrando.
- B) Un lugar específico donde ocurren los acontecimientos que refiere y
- C) Pruebas de que estos hechos ocurrieron.
En el hecho histórico Guadalupano
1.-Tiene una fecha concreta: 9 al 12 diciembre 1531. 488 años de haber ocurrido.
2.- Lugar donde se desarrolla también comprobado: Cerro del Tepeyac
3.- Prueba del hecho: El ayate de Juan Diego que TODOS podemos ver en el altar mayor de la Basílica de Guadalupe en México. Pruebas químicas y físicas para comprobar su antiguerdad.
Algunos de los enigmas de Guadalupe:
- Hecho de fibras de maguey que no duran más de 40 años. Este tiene 488.
- Las 46 estrellas del manto la imagen coinciden con la posición de las constelaciones en el cielo, en el solsticio de invierno de 1531.
- Hay 13 figuras humanas en las pupilas de los ojos de la virgen. ¿Quién pudo pintar eso?
Mensaje a través de Juan Diego:
Tradición oral y el NICAN MOPOHUA (Aquí se narra)
“En cuanto oyo? las razones de Juan Diego, le respondio? la Piadosa Perfecta Virgen:
- “Escucha, ponlo en tu corazon, hijo mio el menor, que no es nada lo que te espante”, lo que te afligio; que no se perturbe tu rostro, tu corazo?n; no temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad ni cosa punzante, aflictiva.
- ¿NO ESTOY AQUI YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTAS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY YO LA FUENTE DE TU ALEGRIA? ¿NO ESTAS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?”
La Virgen de Guadalupe llega en momentos de crisis, división y violencia y nos trae el consuelo, siembra la paz y la concordia.
Desde entonces miles de personas damos testimonio de recibir de Dios a través de ella lo que necesitamos.
Pidamos por la armonía, la concordia y la paz en nuestras familias y en nuestra patria.
Por Alfredo Pallares