Discapacidad psicosocial o mental
Aprovechando que nos encontramos próximos a la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, este próximo 10 de octubre, nos vamos a integrar a la campaña que busca concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional o de conducta.
Iniciemos explicando que la salud mental es una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
La discapacidad mental es una condición de vida temporal o permanente, al igual que cualquier otra discapacidad. Esta aparece normalmente en la etapa de la la adolescencia o en los primeros años de la adultez. Afecta directamente las funciones mentales y de interrelación de la persona y limita su capacidad para realizar una o más actividades esenciales de la vida diaria como pueden ser el aseo personal, control de esfínteres, comer, beber o vestirse.
Las enfermedades mentales tales como: psicosis o esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, trastorno de personalidad limítrofe o fronterizo, trastorno de adicción simultáneo o trastorno dual, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de ansiedad; sino se identifican y atienden a tiempo, pueden derivar en una discapacidad psicosocial que afecte las habilidades interpersonales necesarias para establecer interacciones sociales recíprocas. La discapacidad mental no es una discapacidad intelectual.
Esta condición no depende de la personalidad, voluntad o inteligencia de la persona, por eso requiere de la intervención de profesionales en el ámbito de la salud, así como de programas de prevención y tratamiento psiquiátrico y farmacológico. Para evitar que estas conductas afecten el desempeño académico y la participación social del alumno, se debe favorecer un ambiente familiar y escolar de convivencia seguro y positivo que le brinde un clima de relaciones interpersonales cordiales, sentimientos de pertenencia a un grupo social y de valoración, apoyar sus iniciativas personales y brindarle confianza e independencia.
Más allá de las terapias y el abordaje médico, el fortalecimiento de los vínculos interpersonales y el sentir una realización personal, puede ser de gran ayuda para superar las distintas condiciones psicológicas. En todos los casos, se deben evitar castigos físicos, conductas que puedan provocar accidentes y actitudes de discriminación.
Uno de los principales signos de alarma para este tipo de condición es el cambio radical de la personalidad, las costumbres y/o los hábitos, por lo que si usted considera que algun familiar o persona cercana presenta algunos de estos signos, acuda cuanto antes a su médico de confianza. Recuerde que cada caso es un caso, y que… Diversidad Somos Todos.